San Ignacio pide limosna
Santa Maria del Mar tiene nueva capilla impulsada por la Compañía de Jesús
Coincidiendo con la festividad de San Ignacio de Loyola la figura del santo vuelve a la Basílica de Santa Maria del Mar de Barcelona. Esta mañana se inaugura una nueva capilla justo en el lugar donde san Ignacio pedía limosna para repartirla entre los pobres durante una de sus estancias en Barcelona entre 1524 y 1526.
La reforma de la capilla ha sido impulsada por la Compañía de Jesús en Catalunya coincidiendo con el final del año jubilar del camino ignaciano. También este domingo por la tarde se hará una eucaristía de clausura del año jubilar en Manresa, punto de llegada del camino desde Loyola.
La propuesta de nueva capilla es la de crear un espacio de recogimiento dentro de Santa Maria del Mar. El protagonismo es para la escultura de bronce de san Ignacio obra de Lau Feliu Maspons. El santo es representado como un mendigo, sentado con una mano tendida y con los pies descalzos. El espacio que lo acoge está rodeado de un banco de madera. Una talla de la Virgen de Aránzazu y una reproducción del medallón de la Creu del Tort de Manresa evocan el camino ignaciano. Es la ruta que Ignacio recorrió desde su casa natal a Loyola hasta Manresa en 1522 y que lo llevaron a su conversión. Fuera de la capilla se puede visionar un breve documental sobre la presencia del fundador de los jesuitas en Barcelona.
“Hemos puesto a san Ignacio como un pedigüeño en actitud de plegaria, mirando hacia el altar mayor, invitando a los visitantes a tener la misma experiencia sentándose a su lado”, explica Eloi Aran, uno de los responsables de taller de arquitectura T113 que ha concebido el espacio junto con Josep M. Riera, arquitecto del arzobispado de Barcelona. Han querido “bajar al santo” al lugar donde pedía caridad, que es prácticamente el único espacio ignaciano que queda en Barcelona. La casa donde se alojaba y su estudio fueron destruidos.
Por la tarde, la familia ignaciana se desplazará a la Cova de Manresa para cerrar la puerta santa del año jubilar que se abrió ahora hace un año. Josep Lluís Uriberri, director de la Oficina del Camí de Sant Ignasi, explica que este año ha servido para consolidarlo, pero sobre todo la mirada está puesta en el año jubilar del 2022. “No se trata de cerrar un año ignaciano; sobre todo lo que estamos haciendo es abrir el de los 500 años”, cuando se celebrará el aniversario de la conversión de san Ignacio en Manresa, lugar donde empezaron a tomar forma los ejercicios espirituales.
El camino ha sumado más de un millar de peregrinos, con una presencia importante de extranjeros. Es una cifra que “sube cada año y que es la que tenía el camino de Santiago cuando se reprendió en los años setenta”. También le ha dado visibilidad los diversos kilometros de recorrido en que se cruza con el camino compostelano. Uriberri explica como las indicaciones y las guías que acompañan el camino ofrecen “una experiencia de crecimiento personal y que sea Ignacio la persona que acompaña a los peregrinos”.
Obviamente, el lanzamiento definitivo del camino ignaciano sería que en el 2022 viniera el papa Francisco. Explican que cuando el obispo de Vic lo invitó personalmente, el Papa jesuita se limitó a sonreír y dijo que en la Cova de Manresa no había estado nunca.
El camino ignaciano podría ser relanzado en 2022 si viniera el Papa, a quien ya ha invitado el obispo de Vic