Llull: imágenes y razones
A exposición del CCCB
LLa màquina de pensar. Ramon Llull i l’Ars combinatoria, que se reclama con un cartel espléndido, hace una presentación visual muy atractiva de algunos de los ejes más importantes del pensamiento de Ramon Llull, aquel gran intuitivo que intentó casar mística y lógica. Trascendiendo el nivel apologético o catequístico en que tan a menudo se suelen encasillar misión y escritura lulianas, Amador Vega, el comisario de la muestra, ha hecho un destacable esfuerzo explicativo para presentar de forma sintética vida y obra de un personaje de ideas muy complejas a menudo difícilmente comprensibles.
Así el Ars Magna, esta singular técnica de argumentación y de demostración de la verdad que se quiere una máquina de convencer antes que una máquina de pensar. Ernst Bloch (el gran filósofo hegeliano-marxista que tanto se interesó por el utopismo como motor de la conciencia transformadora) se refería al “mechanischer einfall des Lullus”. Su discípulo de Tubinga Rodríguez Reboiras lo traduce en el catálogo como “ocurrencia o arrebato mecánico luliano” cuando, más que darle el sentido de capricho, quizá Bloch le estaría confiriendo el sentido de caída y/o advenimiento (del mundo superior de las ideas) que también se puede deducir de la palabra alemana “einfall”. De modo que el Ars, el invento de un Llull aristotélico-platónico,
Llull creía que las ideas se pueden percibir también visualmente y no sólo racionalmente
más bien representaría la encarnación y recepción del espíritu divino en el mundo de los humanos: el “desprendimiento” de las ideas o virtudes que, para mejor ser comprendidas racionalmente, se engranan en un ingenio que Llull dibuja ya como un árbol cabalístico ya como un mandala, creyendo que los conceptos se pueden captar mejor con la vista que con la mente.
Llull utiliza el lenguaje de signos gráficos para expresar conceptos abstractos. Es en este aspecto que también se le podría considerar un precursor de la infografía, esta técnica que gracias a la informática es cada vez más utilizada para la transmisión visual de conocimientos. El comunicólogo Joan Costa (conceptuador del “esquematismo” o ciencia de los esquemas, sobre la que ha escrito hasta ahora treinta y tres libros) explica que si bien Llull se anticipó a la lógica formal, a los lenguajes computacionales y a la choice theory, así como a los principios de la inteligencia artificial, “no es (sólo) el ‘padre de la combinatoria’. Es también el padre del esquematismo, que deviene pensamiento visual ‘puro’, en el sentido kantiano del concepto. Los esquemas concéntricos permutacionales de Llull, que expresan las virtudes teológicas, vienen a ser la recodificación del pensamiento visual en formas gráficas”.
Una selección de obras plásticas ilumina la exposición. Las imágenes nos aproximan a la interpretación de un misterio que Llull pretendía que dejara de ser inefable, reelaborando por escrito su propia experiencia y creyendo que las ideas se pueden percibir también visualmente y no sólo racionalmente.