Un litoral ocupado por el cemento
Más del 35% de la primera línea de costa mediterránea está urbanizada
España continúa, al menos hasta el año 2011, su galopante proceso de urbanización en toda la costa. Y apura los últimos espacios no construidos. La región mediterránea es con diferencia la zona más urbanizada. En el año 2011, ya se había transformado el 35,28% de su primera línea costera (la franja de los primeros 500 metros). Lo que más sorprende, no obstante, es la velocidad a la que se ha producido esta transformación del litoral mediterráneo, pues en los últimos 25 años (entre 1987 y el 2011), en la franja litoral de dos kilómetros, se ha urbanizado el 30% de todo lo construido a lo largo de la historia en esa zona. Todo ello lo explica el informe Cambios de ocupación del suelo en la costa 2016, elaborado por el Observatorio de la Sostenibilidad, entidad que reúne a ecólogos, ingenieros, economistas y otros expertos.
Los autores del estudio (Raúl Estevez, Fernando Prieto y Carlos Alfonso) consideran muy preocupante el alto grado de urbanización (edificaciones, equipamientos, instalaciones) de la primera línea de mar, y alertan que el monocultivo turístico como motor económico “presenta graves riesgos” para una economía próspera y perdurable. También destacan que en paralelo se ha producido la desaparición de ecosistemas naturales de gran interés en la costa, como dunas, arenales, zonas forestales o esteparias que han sido transformadas en zona artificiales. Por ese motivo, reclaman aumentar las áreas protegidas en el litoral, para prevenir una nueva aceleración urbanizadora en caso de una reactivación económica pronunciada.
El resultado es que en las provincias de Málaga, Valencia, Barcelona, Castellón, Alicante y Cádiz, más del 50% de la superficie de la primera línea de costa (en los primeros 500 metros) ya ha sido ocupada. La alteración mayor se da en la Costa del Sol (más del 80% en Málaga), seguida de Valencia (66,8%), Barcelona (63,73), Castellón (57,2%), Alicante (56,3%), Cádiz (50,2%), Granada (41,5%) y Girona (39,8%).
Barcelona, Málaga y Alicante
EN TODA SU HISTORIA
ESPECIAL INCIDENCIA
se mantienen también en las primeras posiciones en el ranking de ocupación en las franjas costeras de 2 y 10 kilómetros. Es lo que se vio en el año 1987 y lo que se sigue observando en el 2011, último año analizado. Es muy destacable sobre todo el hecho de que provincias con una costa baja y arenosa, o que disponían de mucho espacio libre en la primera línea de mar, han experimentado en los últimos 25 años (19872011) un gran salto cualitativo que les ha llevado también a encaramarse a las primeras posiciones en el ranking de ocupación de la primera línea de costa en la época más reciente. Este es el caso de Castellón (puesto 4), Granada (7) o Almería (11). Es como si se reprodujera un modelo antiguo que tiende a colmatar también de cemento el litoral que hasta ahora se había librado de él. El caso de Castellón merece un comentario aparte. En el año 1987, un 32% de la costa de esta provincia estaba urbanizado; mientras que 25 años después ha dado el mayor brinco y ya ha con-
En los últimos 25 años se ha ocupado el 30% del total construido en la franja de 2 km
En Castellón y Valencia la ocupación desde 1987 es superior al 40% del total histórico
solidado este proceso en el 57% de los primeros 500 metros. Además, duplica en este periodo el espacio ocupado en la franja de los dos kilómetros y se aproxima mucho a Valencia en el ranking de los 10 kilómetros.
En el lado contrario, las regiones atlánticas y cantábricas se mantienen en el porcentaje más bajo de ocupación. Sin embargo, llama la atención la evolución de las provincias de Bizkaia y de Pontevedra, que han subido diez puntos porcentuales el grado de ocupación los últimos 25 años (Bizkaia pasa del 13,7% al 23,5%, y Pontevedra, de 24,6% a 34,1%).
En distintos lugares del norte de España “están comenzando a formarse incipientes cordones de urbanización litoral que recuerdan los inicios de la destrucción de la costa en el Mediterráneo hace muchas décadas”, resaltan los autores. El resto de las provincias cantábricas ha venido registrando aumentos de cinco puntos porcentuales o menos. Asturias es la que menos porcentaje de costa artificial tiene en la primera línea (14%).
España va camino, pues, de agotar el terreno libre frente al mar a pasos a agigantados. La velocidad ha sido creciente en los últimos años. El resultado global es que sólo entre 1987 y el 2011 se
pulió el 25% de la primera línea. En este nada meritorio ranking que mide el ritmo de alteración del litoral, Castellón ocupa la primera posición. Es la provincia que ha sufrido la mayor velocidad de transformación e ilustra perfectamente hasta qué punto el interés inmobiliario se ha despertado aquí más tarde que en las provincias vecinas.
También estos números objetivan la evolución inmobiliaria de Valencia, donde la cultura del ladrillo ha caracterizado su modelo económico durante los últimos años. Así se ha acelerado la dinámica ya registrada en 1987; y en los últimos 25 años se ha transformado más del 40% de lo que había construido a lo largo
COSTA BAJA Y ARENOSA
APURANDO LOS ÚLTIMOS METROS
de toda su historia anterior.
Por el contrario, las costas ya muy alteradas en décadas anteriores, como las de Catalunya, Alicante y Málaga, se sitúan por debajo de las tasas de cambio de muchas provincias del Cantábrico o de Galicia, mientras que la presión urbanística se ha desarrollado en ellas sobre todo en el interior, debido a la colmatación antigua de las zonas cercanas al mar.
Como solución, los autores proponen crear reservas de suelo como instrumento para paralizar los procesos de artificialización en las primeras franjas de costa. En este sentido, propugnan un papel activo de los ayuntamientos titulares de estos territorios que permanecen sin urbanizar. También se propone tener una actitud activa para restaurar, crear y a su vez expandir los ecosistemas naturales: forestales, de zonas húmedas, sistemas agrarios tradicionales y cordones dunares, es decir, la recuperación de los ecosistemas litorales tal y como eran.
Castellón o Almería han colmatado su espacio libre en los últimos 25 años
España va camino de agotar el terreno libre frente al mar a pasos agigantados