Vaya aguinaldo!

Viendo que a los políticos sólo les interesa su partido pero no su país, uno no sabe si tomar la misma actitud y, pasando del país, aprovechar el día para disfrutar de los preparativos, el ágape y la sobremesa y no ir a votar. Las últimas elecciones he tenido ese dilema: ir a votar, por responsabilidad hacia mi país, y por respeto hacia quien ha dado su sufrimiento y su vida para que yo ejerza mi derecho –cosa que parece que olvidan responsables políticos–, o dejar de entrar en el juego de que utilicen mi voto para sus intereses de partido.

Por cierto: la ley D’Hont hace que mi voto valga menos que el de un aldeano; ¿eso no va contra la Constitución en aquello de que “todos los españoles son iguales ante la ley”?

Supongo que no seré el único que dude. Con todo, abogo por la responsabilidad del voto. “Ruin sea quien por ruin se tiene”. Si los políticos no están a la altura del pueblo, no por ello el pueblo debe rebajarse al nivel de los políticos. ¿De verdad, el pueblo tiene “los políticos que se merece”?

JOAN MARÍN MARTOS

Molins de Rei