La plaga que afecta a los pinos del Maresme salta al Vallès
El pino piñonero no es autóctono de la zona: la mayoría de los bosques se plantaron en los años noventa en tierras de antiguos viñedos
Tres plagas –la del escarabajo tomicus (Tomicus destruens), la procesionaria y el hongo Thyruopsis halepensis– están diezmando la masa forestal de pinos piñoneros del Maresme y ya se ha propagado a algunos bosques del Vallès Oriental, en especial en La Roca y Vallromanes. En la comarca costera, la epidemia ha devastado 40 hectáreas de pino, que ya son irrecuperables. El problema se agrava ante la falta de una respuesta rápida y coordinada por parte de las instituciones.
El consejo comarcal y la Generalitat dicen que estudian medidas urgentes, pero el problema crece y crece. Por el momento se ha detectado que unas 6.600 hectáreas, el 20% de la superficie forestal del Maresme, son vulnerables al contagio.
La sequía, las olas de calor y la falta de una gestión eficaz por parte de los 5.400 propietarios forestales de los bosques de esta comarca han debilitado los árboles y los han dejado sin recursos para contrarrestar las plagas. El alcance de la epidemia es catastrófico, como se observa en todos los municipios de la zona en mayor o menor medida, con pinos que pierden su clásico color verde para derivar hacia un tono marrón y grisáceo.
El Consell Comarcal del Maresme ha emitido una alerta para que las administraciones se impliquen en una intervención urgente, tanto para retirar árboles muertos –material combustible ante la eventualidad de un incendio– como para proteger aquellos ejemplares que, a pesar de estar afectados, se pueden salvar. Se trata de actuaciones que se deben llevar a cabo de forma coordinada en suelo forestal, pero también en zonas urbanas, el 99% de la cuales son jardines de propiedad privada.
Ante la petición del consejo comarcal, la Generalitat y la Diputación se han comprometido a ayudas económicas para salvar los bosques. Estas ayudas se canalizarán a través de las dos asociaciones de propietarios forestales, las de los parques de la Serralada Litoral Central y del Montnegre-el Corredor.
El consejo comarcal coordinará también los trabajos que deben emprender los servicios técnicos municipales. El jefe operativo de la Agrupació de Defensa Forestal Serralada del Montalt, Josep Bertran, explica que se trata de “una combinación
SIN REACCIÓN Las instituciones dicen que estudian medidas, pero el problema se dispara EL RIESGO Unas 6.600 hectáreas son vulnerables al contagio, agravado por la sequía y el calor
letal” que se podría evitar si los pinos estuvieran bien hidratados, ya que así producen su propia savia de autodefensa, como hacen los que crecen en vertientes boscosas. En el Maresme la mayoría de los bosques de pinos piñoneros –una especie no autóctona– se plantaron en los noventa sobre antiguos viñedos, para lograr un rendimiento económico con la madera.