Italia rescata en el mar a más de 6.500 refugiados en un día
El buen tiempo dispara el éxodo desde Libia
Naves militares y oenegés llevaron a cabo el pasado lunes 40 operaciones de socorro en el mar para rescatar a 6.500 personas procedentes de Libia, sin que se produjera ningún fallecimiento. Entre los salvados, unos gemelos de cinco días.
La emergencia humanitaria frente a las costas de Libia está alcanzando de nuevo dimensiones colosales, un éxodo bíblico favorecido por las buenas condiciones meteorológicas. En un solo día, el lunes de esta semana, fueron rescatadas en el mar más de 6.500 personas, con el milagro añadido de que no hubiera ningún fallecido. Ayer, se efectuaron 30 operaciones, con la participación, entre otras unidades, de la fragata española Reina Sofía, y en las que fueron rescatadas unas tres mil personas.
En las 40 operaciones de socorro del lunes, coordinadas por la Guardia Costera italiana, estuvieron presentes todos los medios disponibles en la zona, incluidas naves militares participantes en dos despliegues de la Unión Europea y barcos de oenegés como Médicos Sin Fronteras (MSF) y ProActiva Open Arms, la organización fundada en Badalona por Óscar Camps y que ya conmovió al mundo con sus salvamentos en la isla griega de Lesbos.
El agravamiento de la crisis de los inmigrantes y refugiados tuvo muy escasa repercusión en Italia, a pesar de ser el país de destino de las personas salvadas y de que este incesante flujo crea serios problemas en los centros de acogida. El poco eco de la noticia puede explicarse por ser hechos casi rutinarios, aunque no en esta proporción, y porque el país se halla todavía bajo el impacto de otra tragedia, el seísmo de los Apeninos. Un drama empuja al otro fuera del foco público.
Un portavoz de la Guardia Costera negó a este diario que se trate de cifras récord absolutas. Aunque sin dar datos concretos, el portavoz aseguró que en algunas jornadas en años pasados se superaron los 7.000 y hasta 8.000 rescatados. Los guardacostas italianos, en todo caso, siempre quieren evitar poner los números en contexto, por temor a realizar una interpretación demasiado política que vaya más allá de su estricta misión humanitaria y para evitar que les manipulen. Su información suele ser muy sobria, sin comentarios, aunque sí incluyen a veces vídeos espectaculares de sus acciones.
Quien sí ofreció una información de impacto sobre el socorro del lunes fue el diario The New York Times. El rotativo norteamericano publicó ayer en portada una gran foto del rescate, obra de un fotógrafo de la agencia Associated Press. La imagen recoge el momento en que los socorristas del barco Astral –un velero reconvertido y medicalizado–, de ProActiva Open Arms, ayudan a los pasajeros de una atiborrada barcaza, algunos de los cuales se habían lanzado ya al agua. En el pasado, impresionado por los salvamentos en Lesbos, The New York Times habló ya sobre la oenegé creada en Badalona. Esta cobertura internacional de su trabajo es fundamental para seguir recibiendo donaciones.
Las operaciones del lunes se desarrollaron a unas 20 millas del puerto libio de Sabrata, en el oeste del país, uno de los puntos de salida habituales que usan los traficantes de seres humanos. Las barcas no están preparadas para realizar la travesía. Van sobrecargadas y no llevan suficiente carburante. La táctica de los traficantes siempre es la misma: meterlas en el mar con la intención de que, cuando estén ya en aguas internacionales, queden a la deriva y puedan ser socorridas. No siempre sus planes funcionan y
DE LESBOS A LIBIA Participa en el socorro el velero ‘Astral’, de ProActiva Open Arms, fundada en Badalona
DOS VIDAS SALVADAS Una mujer da a luz en una patrullera italiana de camino a la isla de Lampedusa
las consecuencias son trágicas.
Un portavoz de Médicos sin Fronteras, Nicholas Papachrysostomou, dijo que su buque Dignity I nunca había rescatado a tanta gente desde que inició las operaciones, hace un año.
“Las increíbles cifras hablan de la desesperación que la gente sufre en sus países de origen y que les empuja a arriesgar sus vidas para buscar protección en Europa –declaró Papachrysostomou–. El Dignity I tiene capacidad para 400 personas pero debido a la situación extrema que vivimos ayer subimos a bordo a 435 hombres, mujeres y niños. Asimismo, tuvimos que emplear todos los chalecos salvavidas con los que contamos, unos 700, para ayudar a otras embarcaciones en peligro. También utilizamos nuestras lanchas rápidas para transferir a cuantos fuera posible a otros navíos que operaban en la zona”.
“Rescatamos a un bebé prematuro, de tan sólo cinco días, y a su hermano gemelo, que habían nacido tras ocho meses de gestación”, explicó Antonia Zemp, responsable del equipo médico de MSF. “La madre viajaba sola –agregó Zemp–. Uno de los bebés vomitaba, sufría hipotermia y no reaccionaba. Tras un primer intento y dado que su frágil estado de salud le habría impedido sobrevivir al viaje a Italia en nuestro barco, decidimos solicitar su evacuación médica. Finalmente, fue transferido junto a su hermano y su madre a otro buque que les llevaría a tierra con rapidez”.
La Guardia Costera italiana informó ayer por la tarde de que en una de sus patrulleras una mujer rescatada había dado a luz. Madre y bebé fueron llevadas a la isla de Lampedusa, donde hay un hospital muy rudimentario.
Según los cálculos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) –y si se suma la última oleada–, habrían llegado a Europa, en lo que va de año, unos 280.000 inmigrantes y refugiados a través del Mediterráneo. Se calcula que, en el mismo periodo, han muerto o desaparecido durante las travesías casi 3.200 personas. Un reciente informe elaborado por la OIM en colaboración con dos universidades británicas denunció “la catástrofe invisible” de los miles de desaparecidos o cadáveres sin identificar. Sus familias quedan condenadas a vivir durante años con la angustia de no saber a ciencia cierta si lograron sobrevivir a la travesía o están muertos. Los países que realizan los rescates no disponen de recursos suficientes para la costosa tarea de identificar los cadáveres recuperados y comunicarlo a sus familiares.