Francia y el Reino Unido mantienen su cooperación en la gestión de Calais
Los ministros del Interior no prevén cambios a corto plazo por el ‘Brexit’
Los ministros del Interior de Francia y el Reino Unido se comprometieron ayer en París a mantener su “estrecha cooperación” en la gestión del principal problema de refugiados que tienen en su suelo: el poblado que alberga precariamente a unas 9.000 personas en Calais, en la costa francesa del canal de la Mancha.
El Brexit ha cambiado muchas cosas que aún hoy están por definir. Es posible que en el futuro eso cree diferencias significativas, pero hoy por hoy el compromiso es mantener el estado de cosas anterior al referéndum británico de junio. Esa es la conclusión, al menos de puertas afuera, de la reunión mantenida ayer en París por los ministros del Interior de ambos países, Bernard Cazeneuve y Amber Rudd.
Francia continuará vigilando el puerto y el túnel de Calais, es decir impidiendo policialmente el tránsito de esas personas huidas de la miseria y el peligro en dirección a la costa inglesa. Los británicos seguirán financiando parte de esa labor y los franceses le dedicarán más policía. Las dos partes continuarán combatiendo a las “bandas organizadas que explotan a los débiles y vulnerables”, señala el comunicado conjunto emitido al final de la reunión.
“Los dos países reconocen la situación humanitaria creada en Calais y la necesidad de incrementar los esfuerzos para mejorarla”, dice el texto.
Según las organizaciones no gubernamentales de asistencia a los refugiados e inmigrantes, en Calais ya hay más de 9.000 personas, entre ellas un 10% de menores originarios de Sudán, Afganistán, Eri- trea y Etiopía. El número de menores que acuden a Calais con la intención de pasar al Reino Unido casi se ha doblado en tres meses, informó ayer la asociación Francia Tierra de Asilo.
Desde que el Reino Unido votó la salida de la Unión Europea, en Francia proliferan las voces que piden que esa decisión tenga consecuencias prácticas para el embrollo de los refugiados de Calais. Francia no tiene por qué administrar el problema de un vecino que ha sali- do de las responsabilidades comunes, se dice.
Primero fueron la alcaldesa de Calais y el presidente de la región costera (ahora llamada Hauts-de-France) quienes pidieron la renegociación de los acuerdos establecidos con el Reino Unido en la materia, firmados en el marco de la Unión Europea. Xavier Bertrand, presidente regional de Hauts-de-France, pidió que los refugiados pudieran tramitar en Francia sus solicitudes de asilo para el Reino Unido. La propuesta fue inmediatamente desestimada por el Ministerio del Interior británico.
Antes del referéndum sobre la salida de la UE, los políticos franceses advirtieron, como presión, que en caso de salida el campo de Calais debería mudarse a la otra orilla del canal de la Mancha. Hoy, el Gobierno francés no dice este tipo de cosas, pero al calor de la precampaña electoral francesa (las elecciones para designar candidatos a las presidenciales de abril-mayo) los principales candidatos, como el alcalde de Burdeos, Alain Juppé, o el expresidente Nicolas Sarkozy, están de acuerdo en que los tratados actuales con Londres deben ser reescritos como consecuencia de la salida británica de la Unión.
Después del referéndum de junio, el Gobierno francés acordó con el entonces primer ministro David Cameron mantener el campo de Calais con su actual estatus, pero el presidente François Hollande presiona para que las negociaciones del Brexit no se eternicen.
Lo más grave del referéndum británico es el precedente de cuestionamiento de la actual UE que ha creado. Independientemente de las ideas que lo animaran, supone un incentivo democrático en una estructura que gobierna por encima de toda soberanía popular. Por eso, la actual indefinición británica “provocaría incertidumbre e inestabilidad”, dijo ayer Hollande en un encuentro con embajadores. “Para Francia todo debe estar listo para el 2019”, afirmó.
Hollande y Merkel prepararán el viernes en Evian (Francia) la cumbre europea del 16 de septiembre en Bratislava, dedicada a las temidas consecuencias del Brexit.
“La negociación sobre las consecuencias del ‘Brexit’ debe estar lista en el 2019”, dice François Hollande