El candidato dice que es la única opción viable y ofrece cinco acuerdos al PSOE
El líder popular hace una férrea defensa de España frente al proceso independentista
Con el final ya sabido, Mariano Rajoy optó ayer por un discurso largo y técnico, en el que buena parte fue para enumerar las medidas contenidas en el acuerdo con Ciudadanos y Coalición Canaria, que le han permitido presentarse con 170 escaños a esta investidura fallida. Un discurso pensado más para después de su derrota, en otra posible investidura, incluso en unas terceras elecciones .
Con esta idea, el candidato popular se presentó como la “única opción de gobierno viable” y la única “posibilidad real de que España pueda disfrutar de un gobierno moderado, que no sea una aventura de radicalismo, ineficacia e incertidumbre”. A su juicio, lo que no sea su gobierno, con el aval de C’s y CC, sería, advirtió, “un gobierno de mil colores, radical e ineficaz que ni conviene a España ni desean los españoles” y estaría hipotecado “por las exigencias de partidos cuyo principal objetivo es desafiar nuestras instituciones y romper nuestra unidad territorial”.
Una unidad que ocupó una parte importante de su discurso, para advertir de la necesidad de que España tenga un gobierno fuerte que afronte el desafío independentista de Catalunya. “España –dijo– sufre una amenaza explícita contra su unidad territorial, contra la igualdad de los españoles y contra su convivencia”. Una encendida defensa de la unidad de España, de la soberanía nacional, y de la igualdad de los españoles, “porque en esto no cabe ambigüedad; lo que algunos están planteando no es un mero debate sobre el modelo de Estado ni sobre su articulación territorial,” lo que se plantea, dijo, “es la liquidación de la soberanía nacional”, lue- go “estamos hablando de la unidad, no de cualquier cosa”. Unidad de España sin alternativa para Catalunya, salvo en financiación: “Siempre he estado dispuesto a buscar fórmulas que acomoden mejor la necesaria solidaridad interregional. Una unión más justa y equilibrada, que supone una unión más sólida y más duradera”.
Firmeza en esa defensa de España que sorprendió a propios y extraños. Que gustó a los del PP, y que según fuentes del PP tenía un objetivo más “dejar claro que lo de los afines de los que habla Sánchez no existen”, que el PSOE es la única opción para la investidura, ya que con los diputados del PDC ni el PP ni el PSOE tienen nada que hacer.
Sin mencionar a Sánchez ni al PSOE, Rajoy les dijo que “estamos ante una responsabilidad compartida, ante la que nadie debiera mostrarse indiferente”, salvo, les advirtió, en un mensaje dirigido a los españoles que pueden ser llamados a las urnas, “que en este debate alguien exprese lo contrario, debo suponer que todos deseamos que España evite unas nuevas elecciones”,
Rajoy sólo ofrece a Catalunya una financiación “que acomode mejor la necesaria solidaridad”
pero no dejó de hacerse la pregunta que hace al PSOE responsable de que eso pueda ocurrir, “¿O es que alguien aquí está pensando en convocar nuevamente a los españoles a las urnas? ¿Y cuántas veces estaría dispuesto a hacerlo?”.
La pregunta iba dirigida al PSOE y a él le ofreció cinco pactos de estado en: financiación autonómica, pensiones, reformas institucionales, violencia de género y educación; y dos sectoriales, en Ciencia y en Energía.
A su juicio, si con estos mimbres no se puede formar un gobierno “y dado que no existe alternativa viable”, si no se consigue, “será exclusivamente porque nos falte la voluntad”.