La Vanguardia

Alerta roja en Andalucía

El PP abre una brecha en el acuerdo de Ciudadanos con la socialista Susana Díaz

- ADOLFO S. RUIZ

El pacto con Ciudadanos, que hasta ahora ha permitido gobernar con enorme tranquilid­ad y pocos sobresalto­s a la presidenta andaluza, podría saltar por los aires. Pocas horas después de que ciudadanos y populares firmaran el acuerdo de investidur­a en Madrid, Juan Manuel Moreno Bonilla, impulsado por Génova, enviaba una carta a Juan Marín en la que invitaba al líder de la formación naranja a una reunión para “hacer fuerza común”.

El objetivo de los populares es doble. Por una parte, abrir una brecha en el acuerdo hasta ahora de cemento entre socialista­s y ciudadanos en Andalucía, utilizando para ello el próximo debate de los Presupuest­os de la comunidad. Por otra, forzar a que Susana Díaz imponga “la sensatez” en su partido y permita que se forme un gobierno en España. Moreno Bonilla cree que “existen muchos puntos de encuentro con Ciudadanos” y anima a Marín a explorarlo­s de manera conjunta.

La gran novedad es que el líder de Ciudadanos, que en pleno verano aseguró en una entrevista que “el PSOE ve en Ciudadanos a un aliado, mientras el PP nos ve como un adversario”, acepta, en principio, la reunión con los populares, aunque aprovechó la ocasión para lanzar un misil a Moreno Bonilla: “Nos parece muy bien que el PP vuelva al diálogo y deje de lado la descalific­ación constante que ha mantenido hacia nuestro partido”. El mismo político que hace unos días rechazaba a un PP “instalado en el no por el no”, señala ahora que “hablando se pueden sacar adelante muchas propuestas”.

El portavoz de la Junta, Miguel Ángel Vázquez, no quiso dejar traslucir públicamen­te ayer el malestar que reina en las filas socialista­s en privado por el hecho de que Juan Marín haya aceptado este encuentro. Tras defender el derecho de todos a dialogar, pidió a Ciudadanos que “no escuche los cantos de sirena del PP”. Según Vázquez, “Ciudadanos es un partido serio”, por lo que está convencido de que “cumplirá hasta el final y en todos sus extremos el pacto suscrito con el PSOE”.

La situación en el Estado ha cambiado y el acuerdo global PPCiudadan­os deja a Andalucía como el único reducto en el que resiste la alianza entre socialista­s y la formación de Albert Rivera. Moreno Bonilla huele sangre y no va a soltar la presa fácilmente. Quiere que la presidenta andaluza sea vista por los andaluces como la principal responsabl­e de que España no tenga un gobierno. Todo ello adornado con un lenguaje florido en el que su única ambición “es discutir con Ciudadanos cómo podemos mejorar la vida de los andaluces en los próximos Presupuest­os y mejorar la sanidad, la educación y los servicios sociales”.

Que Ciudadanos haya aceptado la reunión no ha sentado nada bien en la dirección socialista andaluza, aunque en público suavizan su malestar. Consideran que en la comunidad no se ha producido ninguna novedad real y que buena parte de los puntos del acuerdo entre PP y Ciudadanos en Madrid ya están plasmados en el acuerdo para la investidur­a de Susana Díaz, por lo que califican el movimiento de Moreno Bonilla como “hipócrita”, ya que en su opinión “lo único que realmente pretende el líder del PP es chantajear al Gobierno andaluz”.

Hasta ahora, Ciudadanos ha apoyado casi siempre al PSOE, como lo demuestra el hecho de que en el 65% de las votaciones del Parlamento hayan coincidido los dos partidos. Si bien es cierto que el partido de Albert Rivera ha dado un par de bofetadas a Susana Díaz, como fue su voto contrario al decreto por el que la Junta intentó colar a colectivos de trabajador­es en situación conflictiv­a como funcionari­os, o su insistenci­a en la necesidad de que la presidenta tuviera que comparecer como testigo en la comisión de investigac­ión sobre los cursos de formación.

Ciudadanos también saca pecho por algunas decisiones “que hemos arrancado al PSOE pese a que ellos no querían”, como la reducción de dos puntos en el tramo autonómico del IRPF o la modificaci­ón

El líder andaluz de Ciudadanos acepta reunirse con el del PP, al que hasta ahora calificaba de adversario Aunque en público disimulan, en el PSOE ha sentado fatal el acercamien­to del PP y C’s

del impuesto de sucesiones. El próximo objetivo de la formación naranja, que ya ha colocado como condición sine qua non para apoyar los Presupuest­os autonómico­s, es lograr nuevas medidas que favorezcan a los trabajador­es autónomos. “El PSOE querría sacar adelante el cien por cien de sus propuestas y que el resto no sacara ninguna. Nosotros no estamos por la labor. Cuando las iniciativa­s socialista­s no van en la línea de lo que tenemos que defender, no las respaldamo­s”, señala Marín.

El silencio de la presidenta andaluza durante este verano, su falta de iniciativa para convencer a Pedro Sánchez de que permita un gobierno en España, parece haber defraudado a Juan Marín y abierto una vía de agua en las hasta ahora sólidas relaciones entre él y Susana Díaz. En definitiva, el líder de Ciudadanos no entiende “por qué en Andalucía nos pidieron responsabi­lidad para facilitar el gobierno a Díaz, como así hicimos, y ahora no se le pide a Sánchez”.

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JULIO MUÑOZ / EFE El presidente del PP-A, Juanma Moreno, y Susana Díaz, en el Parlamento andaluz

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