La vuelta de John Le Carré a la televisión
Los tiempos cambian y el trabajo de espía también. Quienes añoren aquellas brillantes adaptaciones de las novelas de John Le Carré que la televisión británica produjo a partir de finales de los setenta (y que tuvo en Calderero, sastre, soldado, espía su ejemplo más celebrado con un magistral Alec Guinness como el agente George Smiley) han podido en este 2016 reencontrarse con otra adaptación del popular novelista británico titulada El infiltrado (The night manager). Coproducida por la BBC y AMC (Breaking bad, Mad men), la miniserie de seis episodios deja atrás los paisajes de la guerra fría y centra su objetivo en el tráfico de armas: un exsoldado que trabaja en un hotel de lujo en El Cairo conoce a una mujer que le pide ayuda tras mostrarle unos documentos que incriminan a un famoso filántropo en una red de tráfico de armas. El asesinato de esta mujer provocará la huida de Egipto del exsoldado, pero, cuando tiempo después se reencuentre con el traficante de armas en un hotel de Suiza, trabajará en colaboración con una agente del MI6 para desenmascararlo. La ficción, que ha logrado doce nominaciones en los premios Emmy 2016, cuenta con un reparto de lujo: recupera a Hugh Laurie (House), que da vida al traficante de armas y consolida como estrella a Tom Hiddleston (interpretó a Loki en Thor y The avengers), quien tras estrenar la serie entró en la lista de candidatos para encarnar al nuevo James Bond. Pero quien acapara la atención cuando aparece en escena es Olivia Colman (Broadchurch) en un espléndido papel de agente (embarazada) del MI6. Dirigida con solvencia por la oscarizada directora danesa Susanne Bier, la producción no reparó en gastos y se rodó en escenarios naturales, desde El Cairo hasta Suiza pasando por Mallorca. La cuota española también incluyó la participación de dos actores: Antonio de la Torre y Marta Torné.