Comprar un piso es más barato que alquilar para quien puede hipotecarse
La bajada de los tipos de interés de las hipotecas ha hecho que actualmente comprar un piso sea más barato que alquilarlo, según los datos presentados ayer por el grupo inmobiliario Don Piso. Esta ventaja, sin embargo, sólo pueden aprovecharla las personas que puedan conseguir una hipoteca: la firma recuerda que los bancos suelen financiar hasta el 80% del precio de compraventa de una vivienda, por lo que el comprador debe tener efectivo para afrontar el 20% del gasto restante, así como un 12% adicional destinado a gastos de gestión como la tasación, la gestoría, la notaría y el pago de impuestos. La necesidad de tener un 32% del precio del inmueble es actualmente la mayor traba a la compra: para una vivienda de clase media en Barcelona, de unos 200.000 euros, exige aportar 64.000 euros de ahorro previo, un capital que no está al alcance de la mayoría de familias.
Don Piso señala que actualmente es más barato pagar una hipoteca media que un alquiler, pues representa una media del 21% del presupuesto de una familia media mientras el arrendamiento representa un 25%, un 4% más. En ambos casos, el coste medio de la vivienda está por debajo del 35% de los ingresos familiares, el umbral que el Banco de España recomienda como máximo endeudamiento.
El grupo inmobiliario recuerda que la reducción del Euribor (en junio en el 0,028%) ha permitido aumentar el importe medio de la hipoteca concedida hasta los 108.000 euros, un 5% más que hace un año, y aumentar a la vez el número de hipotecas concedidas. Y que todas las entidades ofrecen ahora productos fijos puros o mixtos con tasas estables a 15, 20 y 25 años. “En estos momentos, decantarse por un tipo de interés u otro supone hacer una apuesta por la estabilización del Euribor” en las próximas décadas, lo que es difícil de predecir. El estudio de Don Piso recordó que el coste de la hipoteca, sin embargo, ya no es sólo el del tipo de interés y hay que contabilizar las comisiones y la contratación obligatoria de productos vinculados como el seguro del hogar y de vida, tarjetas de crédito o un plan de pensiones, que pueden generar un gran sobrecoste a largo plazo.