La Vanguardia

En defensa de los defectos

- Remei Margarit

Recordando el reciente desvanecim­iento de Hillary Clinton, Remei Margarit reclama más tolerancia con los problemas de salud de los demás, y preocupars­e en cambio por buscar líderes con la cabeza bien amueblada: “Y puestos a pedir informes médicos para ejercer la política, no sé cuántos políticos urbi et orbe pasarían un examen exhaustivo si se valorase también la salud mental, siempre dependería de quién hiciera el informe”.

Tomo prestado el título de este escrito al psiquiatra y psicoanali­sta francés Lucien Israël como un equivalent­e al Nobody is perfect, es decir, que la naturaleza humana es oscilante, como la conducción de un coche por la carretera en la que es necesario mover el volante. Somos humanos y aún gracias. Con eso quiero decir que esa polémica en EE.UU. por el desmayo de Hillary Clinton debido a una neumonía combinada con el cansancio ni llega a la categoría de polémica, es sencillame­nte humana. No creo en los supermen ni las superwomen porque lo que realmente importa es cuánto de bien amueblada tienen la cabeza y cuáles son sus propuestas. Y en este caso, y por lo que dicen uno y otro candidato, a Donald Trump parece que le faltan unos cuantos muebles de los más básicos. Lo que importa es como siempre la libertad, la igualdad y la justicia para todos. La salud es importante, pero la más importante es la salud mental y en esa campaña electoral de EE.UU. hemos oído cosas muy gordas por parte del candidato republican­o que se refiere a esa clase de salud. Es bueno recordar que el presidente Roosevelt dirigió el país una buena temporada desde una silla de ruedas, y muy bien, por cierto.

De manera que hay que dejar a los antibiótic­os la curación de una neumonía y a unos días de reposo el cansancio. Sólo somos humanos, unos más que otros, por cierto. Otro debate sería si una persona de más de sesenta años se puede presentar para dirigir un país, la edad conlleva experienci­a (no a todos) y el inconvenie­nte es que uno se cansa más. Pero tampoco hay ninguna garantía de que una persona más joven lo haga mejor, tal vez tendría más energía, pero volvemos a la cabeza bien amueblada. Y puestos a pedir informes médicos para ejercer la política, no sé cuántos políticos urbi et orbi pasarían un examen exhaustivo si se valorase también la salud mental, siempre dependería de quién hiciera el informe (ideología incluida). De manera que hemos de navegar con lo que hay y tal vez poner los límites en lo que no se puede hacer en vez de lo que hay que hacer. Una valoración en negativo, en definitiva, respeto a los derechos humanos y nada más.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain