Francia vende aviones Rafale a India, y sigue apuntando a China
La venta de armas está definiendo cada vez más la política exterior francesa. Ayer de nuevo fiesta en París. Unanimidad de medios de comunicación y políticos celebrando el último “gran contrato” de venta de 36 cazabombarderos Rafale a India, por valor de 8.000 millones de euros, de los que la mitad se irán en “compensaciones” en forma de compras e inversiones francesas en India.
Como ocurrió el pasado abril con el contrato de los 34.000 millones para suministrar submarinos a Australia, tampoco se habla del vector antichino de este último negocio. Mientras en Francia apenas se entra en la geopolítica inherente a estos contratos, los expertos indios la explican: India está renovando su poder aéreo precisamente para contrarrestar a China, tradicional aliado de Pakistán, archienemigo de India en un escenario más que revuelto y con armas nucleares de por medio. Entre las virtudes de los Rafale franceses, su posibilidad portadora de armas nucleares, explican los indios, además de su capacidad de largar sus misiles Meteor a 150 kilómetros de distancia, sin necesidad de meterse en territorio pakistaní.
Mientras en París los comentaristas sólo cuentan dinero y puestos de trabajo, la simple realidad es que Francia contribuye a armar una de las zonas más conflictivas del planeta.
Algo parecido en el Golfo, donde se anda en todo tipo de contratos con las monarquías locales, especialmente Arabia Saudí, exportadoras directas de la ideología que ha causado a Francia más de 200 muertos en atentados en los últimos meses.
La tesis de que estos contratos no tienen más cálculo que el dinero, sería, sin embargo, excesiva. Los 36 aparatos vendidos a India, como los submarinos de Australia, son el inicio de un rearme aéreo mayor contra China. Los ministros de Defensa del Reino Unido y de Francia acaban de afirmar su compromiso de participar en las patrullas navales en el mar de China, lo que es muy coherente con esos negocios.
Aún más kafkiano ha sido el anuncio –en el mismo foro: la Universidad de Verano de la Defensa, a principios de mes– de que Francia casi doblará su gasto en armamento nuclear, pasando de los 3.600 millones al año actuales, a unos 6.000 millones en el 2030. Las verdaderas noticias en materia de defensa europea no dan titulares. Y se justifican, naturalmente, en la “amenaza terrorista”.
París casi va a doblar su presupuesto anual en armas nucleares hasta el año 2030