El show de Rice
El Barça somete al Madrid con 30 puntos de su nueva figura
Ni escribiendo un guión de película en Hollywood, ni teniendo el sueño más optimista. La carta de presentación de Tyrese Rice en España no pudo ser más efectiva y espectacular. Efectiva porque sus 30 puntos guiaron al Barça Lassa a su octava final consecutiva de la Supercopa, y espectacular porque su manejo endiablado del balón con la zurda dejó noqueada a la defensa del Madrid, incapaz de frenarle. En la primera semifinal el Gran Canaria batió al Baskonia por 80-84.
Como en aquella Final Four de Milán, en 2014, Tyrese Rice volvió a ser la bestia negra del Madrid de Laso. En aquella ocasión dejó a los blancos sin Euroliga. Y dos años después, en un contexto distinto, repitió la historia. Él, junto a la inestimable ayuda de Claver (16 puntos) y Tomic (14) mandaron un aviso a Europa: este Barça tiene carácter y personalidad.
El planteamiento de ambos equipos, lejos de optar por el habitual conservadurismo de los clásicos –por miedo a que el rival no abra brecha rápidamente–, fue ofensivo, sin temor de los jugadores a armar la muñeca al mínimo resquicio de opción de tiro. Y el Buesa Arena disfrutó de lo lindo de un duelo sin censuras, a corazón abierto, con la pasión primando por encima de la calma. El ritmo fue tal que se jugaron posesiones a una media de 14 segundos, cuando lo habitual en Europa son 18-19. Ayudó también la nueva regla arbitral que sanciona con antideportiva las faltas que buscan cortar los contraataques.
Como si se llevaran dos meses de temporada y las maquinarias estuvieran engrasadas, el choque empezó con un arsenal de puntos, destacando el duelo que mantuvieron Rice y Llull, anotando con una facilidad pasmosa. El azulgrana, haciendo fácil el arte de penetrar; el madridista, fusilando desde el triple.
El intercambio de canastas fue constante en el primer cuarto (2626), con ambos equipos rozando el 70% en tiros de campo. Algo inusual en un partido de tal calibre. Navarro, al que se le vio muy ágil de piernas, aprovechó las ventajas que aún genera tras el bloqueo y se dedicó a asistir a sus compañeros. Fue él, junto al trabajo de Dorsey en la pintura y el siempre eficiente Perperoglou, los que mantuvieron al Barça en el choque, porque Rudy y Doncic pusieron el 48-39 en el marcador a falta de tres minutos para el descanso, pero tres tiros libres de Oleson igualaron la contienda (48-47, min. 20).
El Madrid se fue al vestuario con siete triples en su haber, y a los dos minutos de la reanudación sumaba 10, con Llull y Rudy prosiguiendo con un recital inapelable. Bartzokas se desesperaba en el banquillo, con el Barça abonándose nuevamente al funambulismo (59-51, min. 24). Fue ahí cuando apareció el carácter de Tomic, en constante liza con Ayón en la zona, para darle la vuelta al marcador (59-61, min. 26).
Lo tenía que parar Laso. Los azulgrana, cual gato con siete vidas, se aferraban al partido. Y Claver, con dos triples seguidos, parecía cambiar el signo del partido (61-69, min. 28). El Madrid volvió a reducir diferencias con un triple de Hunter, dejando todo por decidir para el último cuarto (70-73).
Y ahí decidió Rice, con 15 puntos en los 10 últimos minutos y la asistencia final para que Doellman sentenciase un partido de infarto. Hoy, a las 19 h, la gran final. El Barça buscará revalidar corona.
LA FINAL El conjunto blaugrana disputará hoy la final (19.00 horas) ante el Gran Canaria
LOS OTROS PROTAGONISTAS
Víctor Claver y Ante Tomic también se mostraron muy solventes a la hora de defender y anotar