EL TRES MENOS UNO
Pero si uno quiere sumergirse de verdad en el Hong Kong auténtico y profundo y degustar unos dim sun caseros debe acudir al Sam Hui Yat (que se puede traducir como Tres Menos Uno). Se trata de un pequeño restaurante sin pretensiones situado en el número 11 de Pok Fu Lam, en el barrio de Sai Wan, al que se llega en cinco minutos desde la estación del metro de Sai Ying Pun, a dos paradas de Central, una parte de la urbe habitada por hongkoneses de clase media y con una atmósfera que poco tiene que ver con el cercano bullicio de la City financiera. El negocio es frecuentado por trabajadores, estudiantes y jubilados que se pasan el día en este pequeño local comiendo dim sun y escuchando las carreras de caballos en sus radios portátiles. La decoración –hay que reconocerlo– echa un poco para atrás. No se debe haber tocado nada desde principios de los años 70 del siglo pasado, cuando se inauguró. El suelo es de baldosa verde, hay ventiladores metálicos y no hay dos sillas iguales en la docena de mesas que llenan el local. Y cuando el camarero –amable, pero que no habla nada de inglés– llega con un plato y agua caliente para lavar los platos, los vasos y los palillos, parece más una necesidad que una convención. Pero todos los reparos desaparecen cuando llega la comida. Los dim sun tienen ese toque de la comida casera que cada vez es más difícil de hallar y cada uno de ellos conserva los sabores tradicionales. Toda una excursión por el viejo hong Kong que vale la pena experimentar.