Todo un reto
Parece que la investidura ya está encaminada; ahora, sólo falta gobernar. Porque resolver el problema de tener un presidente de Gobierno era importante, pero la razón de la preocupación era porque hacía falta gobernar. No era bueno seguir viviendo en la interinidad. Hay, por tanto, que gobernar y esto no será fácil. Y el PSOE debe saberlo, aceptarlo y asumir la responsabilidad de hacerlo posible. También ha de saberlo Rajoy: ahora será necesario pactar; en una palabra, hacer política.
La investidura será posible porque no se querían nuevas elecciones. Pero si el nuevo gobierno no puede gobernar o ha de hacerlo aceptando que quien manda es la oposición, volveremos a tener unas nuevas elecciones en el horizonte. La investidura quiere decir aceptar la responsabilidad de gobernar sin mayoría, pero buscarla. Y, por parte del PSOE, estar dispuesto a encontrar fórmulas y acuerdos que por la vía transaccional faciliten una estabilidad en la acción de gobierno. Esto no es nuevo; se ha hecho en la reciente historia de España y de Catalunya. Se ha hecho en Europa. Hay que demostrar, ahora, que se sabe hacer en este momento.
En caso contrario, estaríamos ante un fraude. Investir un nuevo presidente con la voluntad de no permitir un gobierno es más irresponsable que todo el debate sobre la abstención del PSOE. Esta, la abstención, se ha justificado por sacar al país –España– de una grave crisis institucional, evitando el fracaso de unas terceras elecciones. Si ahora lo que pasa es que con la abstención se resuelve el problema de la falta de un nuevo gobierno, pero con la intención de no dejarlo gobernar, el fraude es más escandaloso: no afecta sólo a todos los votantes o militantes del PSOE, sino a toda la ciudadanía.
Y también al PP, y a Rajoy. Aceptar la investidura con la abstención del PSOE obliga a hacer posible el pacto en muy buena parte de la acción de gobierno. Habrá que llegar a acuerdos si se quiere seguir gobernando; y si no se hace, en este escenario unas nuevas elecciones ya no serían sólo responsabilidad del PSOE, sino también del PP y de Rajoy. Todo el mundo tiene trabajo y deberá tener ganas y voluntad de hacerlo.
Momentos complicados. Pero ¿dónde estaba escrito que debería ser fácil? Ahora toca hacer política, si se acuerdan. Se ha acabado la gesticulación vacía de contenido. ¡Ahora hay que hacer política! ¡Todo un reto!
Ahora toca hacer política, si se acuerdan; se ha acabado la gesticulación vacía de contenido