José Marqueño
NOTARIO
José Marqueño ha sido elegido presidente de la Unión Internacional del Notariado, el organismo más relevante a nivel mundial. La elección de este notario de Barcelona es un reconocimiento a la labor española contra el blanqueo.
El notariado español exportará su sistema antiblanqueo a países sudamericanos, asiáticos y africanos. La creación en 2005 del órgano centralizado de prevención del blanqueo de capitales por parte del Consejo General del Notariado supuso un salto cualitativo en la lucha contra la corrupción que le ha valido el reconocimiento internacional y el interés de otros países que quieren fortalecer su sistema de seguridad jurídica.
Las casi tres mil notarías españolas cuentan con una base de datos conjunta que permite volcar los datos de las escrituras en cuestión de quince días. Esta fue una iniciativa pionera que ha sido premiada por el Consejo de la Unión Europea y por el Gaffi, el Grupo de Acción Financiera Internacional contra el lavado de dinero.
Con este bagaje, el notario de Barcelona José Marqueño fue elegido presidente, el mes pasado, de la Unión Internacional del Notariado, el cargo más importante del mundo que puede ejercer un notario. “Afronto el reto con mucha ilusión y responsabilidad porque represento al notariado español que es el que ha sido reconocido”, dice.
En este caso lo que hace España es “poner a disposición los medios materiales y personales de que disponga a los 87 países que conforman la Unión Internacional”.
Marqueño empezará a desempeñar el cargo el 1 de enero de 2017 pero los países de la asociación no han esperado para pedirle información sobre el sistema antiblanqueo. “Todavía no he tomado posesión del cargo y ya me he reunido con dos o tres países. En el último encuentro en París constaté el interés de todos los notarios por implicarse en la lucha contra este tipos de delitos. Uno de los objetivos es ayudar a los notariados que puedan ser más débiles”.
El cruce de datos permite detectar al titular real de la propiedad, es decir, la persona que controla en último término la sociedad y encontrar al blanqueador. “Se trata de operaciones muy complejas que parecen legales cada una por separado, pero la suma de todas ellas da lugar a un resultado ilícito que es el blanqueo –explica Marqueño–. Funciona de forma muy discreta y cuando hay una operación sospechosa hay que dar la alerta”. Los datos que se incluyen en el sistema están disponibles para las autoridades que combaten el lavado de dinero: la Policía y la Guardia Civil, las fiscalías especiales Antidroga y Anticorrupción, el departamento de Aduanas y el SEPBLAC (la comisión de prevención de capitales e infracciones monetarias).
Ahora, en un mundo globalizado en el que la delincuencia traspasa fronteras, el reto del futuro es intentar desarrollar una base de datos a escala mundial para controlar los flujos financieros. “Sería deseable. Actualmente, si aquí se sigue el rastro de una operación que desaparece por los Pirineos, si no entra otra vez ya no se detecta. Una base de datos mundial sería lo ideal. En un mundo globalizado, la lucha contra estos delitos también debe ser global”, razona el presidente de la Unión Internacional del Notariado.
La agenda de Marqueño ya está repleta de viajes a países interesados en este modelo. Su mandato pretende extender los principios de la profesión notarial en países con menos tradición puesto que esto permitirá afianzar “la seguridad jurídica preventiva mundial”.
“China está interesada en este sistema, y los países de Sudamérica. Hay otros con los que ya se está colaborando, también con los países de África, fundamentalmente los de la francofonía. Hay notariados que son muy incipientes cuando nuestra ley moderna arranca en 1862. Nosotros podemos aportar esa experiencia para ir ayudándoles a ser más eficientes y mejores”.
Las notarías cuentan con una base de datos que recoge las escrituras y permite detectar el fraude