Cuentas en minoría
El PSOE se encamina hacia una nueva encrucijada: el debate de sobre los presupuestos generales del Estado.
Aún sin haber logrado digerir del todo el trago del debate de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, pues su abstención final causó una severa fractura interna, el PSOE se encamina hacia una nueva encrucijada que confía en poder superar sin desangrarse aún más. Se trata del debate de enmiendas a la totalidad de los presupuestos generales del Estado para el año que viene, que se celebrará una vez que el ministro Cristóbal Montoro presente su propuesta en el Congreso en las próximas semanas. Son las primeras cuentas del flamante Ejecutivo de Rajoy, pero ya sin mayoría absoluta, y la manera en que logren salvar su primer trámite parlamentario será la mejor brújula para determinar el futuro y la solidez de la legislatura que ahora arranca. Y también la del PSOE.
El presidente de la gestora que dirige Ferraz tras la dimisión de Pedro Sánchez, Javier Fernández, ya le aseguró a Rajoy que los socialistas le facilitarían la investidura pero no la estabilidad ni la gobernabilidad. Eso, le dijo al ya reelegido presidente del Gobierno, habría de ganárselo “día a día”, y buscárselo además “en otros lugares políticos”. Pero no en el PSOE.
El momento se acerca, y el Gobierno, tras más de 300 días en funciones, quiere tener aprobadas sus nuevas cuentas “lo más rápido posible”, según reiteró ayer el portavoz del PP, Rafael Hernando. Pero el PSOE mantiene su negativa a respaldar, ni siquiera a dejar pasar con otra abstención, la propuesta de presupuestos del Ejecutivo para el 2017. De hecho, fuentes del grupo socialista confirmaron ayer a La
Vanguardia que en los últimos cinco años “siempre” han presentado enmienda a la totalidad de las cuentas de Rajoy, y “todo apunta” a que esta vez volverán a hacerlo. Pero, quizá para sacudirse el sambenito del “no es no” a Rajoy en el que algunos lamentan que estuvieron aferrados con Pedro Sánchez durante dos años, sin atender a ninguna otra consideración, ahora quieren esperar, al menos, a analizar las cuentas que presente Montoro. Aunque ya se teman lo peor.
Gestionar esta legislatura será muy complejo para el PSOE, las cosas ya no serán sólo blancas o negras como hasta ahora, y habrá también matices de grises, como en la investidura de Rajoy. Y todo eso es lo que ayer se pudo evidenciar cuando el presidente y portavoz del grupo socialista, Antonio Hernando, adelantó la posición que mantendrán ante los presupuestos, al asegurar que será “prácticamente imposible” que los socialistas los apoyen. “Aún no los conocemos”, justificó. “Pero es evidente que va a ser imposible que los aprobemos, porque serán continuistas de los que ha aprobado el Gobierno y será muy difícil llegar a un acuerdo”. “No obstante, si los presupuestos entran en la Cámara, debatiremos enmienda a enmienda. Pero no apoyaremos unos presupuestos que estoy convencido que seguirán la misma línea de los cinco anteriores, porque los autores son los mismos”, aseguró, en referencia a Montoro. “Si son dañinos para ciudadanía y tan antisociales como los anteriores, votaremos en contra”, dijo Hernando. Igualmente descartó una abstención, de nuevo por los precedentes del último lustro. El Gobierno, insistió, habrá de buscar la mayoría suficiente para levantar los posibles vetos que se presenten a sus cuentas. Habrá de ganar esa mayoría suficiente, “y es muy difícil que la gane a través del grupo socialista”. Rajoy necesita
Errejón pone en entredicho el rechazo de un PSOE que “juró y perjuró que no se abstendría” con Rajoy
más votos a favor que en contra para superar ese primer trámite. Pero si el PSOE vota en contra, el PP necesitaría los votos a favor del PNV y al menos la abstención de otro diputado. Y se podrían repetir las cábalas que se hicieron ante la investidura de Rajoy antes de que el PSOE girara a la abstención: ¿El diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo? ¿Alguno del PDECat, por más que Francesc Homs lo rechace de plano?
Más claro dijo verlo el portavoz de Podemos, Íñigo Errejón, al calificar a Rajoy como “presidente por derecho de conquista” y a los socialistas como sus “rehenes” para toda la legislatura. Así que en cuanto Antonio Hernando anunció que el PSOE rechazará los presupuestos, Errejón sonrió: “Me permitirán cogerlo entre alfileres, porque son el mismo PSOE que nos juró y perjuró que no se iban a abstener en la investidura”. “De momento –insistió–, dicen a los presupuestos no es no. Pero es posible que Rajoy vuelva a tratar a sus rehenes como tales y les pida una abstención de país por responsabilidad. La misma jugada con la que llegó al Gobierno”.
La manera en que las cuentas salven su primer trámite será la mejor brújula para el futuro de la legislatura