De Sants a Les Corts
Los residentes de la calle Benavent advierten que seguirán oponiéndose ala ‘okupación’ de un edificio
Ya lo dejaron claro hace diez días cuando se manifestaron en contra de la okupación de un edificio vacío de titularidad privada y ayer lo volvieron a expresar en una rueda de prensa: los vecinos de la calle Benavent, en el distrito de Les Corts, insisten en que no quieren okupas como los de Can Vies en su barrio.
Los vecinos de la calle Benavent, en el barrio de Les Corts, insisten por enésima vez que no quieren okupas en su barrio. No quieren un nuevo Can Vies. Ya lo dejaron claro hace diez días cuando se manifestaron en contra de la okupación de un edificio vacío de titularidad privada y ayer lo volvieron a expresar en una rueda de prensa.
La Asociación de Vecinos del Camp Nou pide al Ayuntamiento de Barcelona que acelere los trámites para conceder el permiso de derribo al propietario del bloque de la discordia, que fue okupado, desalojado, reokupado y de nuevo desalojado y que ha turbado la tranquilidad de esta pequeña calle. La finca está en mal estado y no cuenta con la célula de habitabilidad e incluso, al ser okupada, el Ayuntamiento tuvo que advertir a los antisistema de que se alejaran de uno de los balcones porque había un serio riesgo de derrumbe.
Los vecinos han iniciado una campaña de recogida de firmas para tener más fuerza a la hora de poner la reclamación sobre la mesa del gobierno municipal. “Sólo el fin de semana hemos recogido 1.450 firmas. Somos muchos”, asegura Anna Ramón, presidenta de la asociación de vecinos. En la calle Beconducido navent creen que con la demolición podrán pasar página y recuperar la calma. “El edificio está todo tapiado, pero no estamos tranquilos. Ya entraron cuando estaba tapiado”, alerta Ramón, tras haber percibido cómo en los últimos días los okupas siguen rondando la finca. “Están pendientes de entrar”, asegura, y ello les obliga a permanecer en guardia. “Lo primero que hacemos a las 7 de la mañana es mirar al edificio y ver si está ocupado, a las 12 lo mismo...”. Esta circunstancia les ha a una situación insostenible ya que no pueden estar “en permanente vigilancia”, aunque avisan de que están dispuestos a seguir aguantando el envite como ya lo hicieron durante el episodio de crisis vivido el fin de semana del 28 de octubre. “Nos resistimos a ver piquetes y reyertas en nuestras calles. Rechazamos vivir con miedo, amenazas y fractura entre los vecinos como la que ya experimentan Sants, Gràcia y Ciutat Vella, donde la permisividad ha hecho que la voluntad del movimiento okupa se imponga a los vecinos, entidades y gobierno”, afirmó Anna Ramón.
Es inusual que los vecinos salgan en masa para expresar su rechazo a los okupas. Esto no se produjo en los últimos episodios que han tenido lugar en la ciudad, ni en Sants con el intento de derribo de Can Vies, ni en Gràcia con el desalojo de los ocupantes del llamado Banc Expropiat.
Los vecinos de Benavent seguirán evitando un Can Vies II. “Es muy fuerte de la manera que han actuado, nos hemos asustado mucho. Hay muchas personas mayores que salieron a la calle y que están muy asustadas”, esgrime Ramón. Así, recrimina que el movimiento okupa “los ha puesto a parir en las redes sociales”, difundiendo el mensaje de que quienes se oponían a la okupación respondían a los intereses de la plataforma provivienda turística o a partidos políticos. “Fueron vinculaciones malintencionadas. Nos pretenden asociar con un partido político o con intereses turísticos y así deslegitimar nuestra auténtica protesta ciudadana”. La asociación de vecinos admite que algunas de las personas que ocuparon la finca eran vecinos del barrio pero que su “apoyo es muy minoritario”. Además, explican que luego su calle “se llenó de extraños que gritaron “a voces groserías, amenazas e insultos hacia los residentes”. Por ello, se seguirá plantando cara, para que en su pequeña calle en los aledaños del Camp Nou se respete la legalidad. “¿Quiénes son ellos para decidir el uso que se da a un edificio ? ¿Quiénes son ellos para decir que la propiedad privada es de todos? Mañana puede ser cualquiera de nuestros pisos”, advirtieron.
“¿Quiénes son ellos para decidir el uso de un edificio?; mañana puede ser uno de nuestros pisos”