Héroe por orden judicial
El Supremo de Filipinas da luz verde al entierro del dictador Marcos en el cementerio de los Héroes
Theodore Te se convirtió ayer en el mensajero que transportó a decenas de miles de filipinos a uno de los episodios más oscuros y tétricos de su pasado. Como portavoz del Tribunal Supremo, le tocó anunciar que los jueces habían decidido dar luz verde al entierro de los restos mortales del dictador Ferdinand Marcos en el cementerio de los Héroes. Una controvertida decisión que divide a la sociedad filipina, como demostraron simpatizantes y detractores nada más conocer la noticia, y que sugiere que la polémica está lejos de quedar zanjada con la sentencia.
Los quince magistrados que forman el Supremo de Filipinas decidieron equiparar a Marcos a los demás héroes del país en una controvertida decisión, tras desestimar todos los recursos que habían interpuesto varias víctimas del régimen del exmandatario que dirigió el país entre los años 1962 y 1986.
Te explicó a la prensa que, tras rechazar todas las demandas, el Supremo aprobó, por 9 votos a favor, 5 en contra y una abstención, la propuesta del presidente Rodrigo Duterte, a quien los Marcos financiaron la campaña electoral, de trasladar los restos mortales del Ferdinand Marcos al cementerio de los Héroes de la Nación. Un camposanto situado al sudeste de Manila, en Fort Bonifacio, el cuartel de las fuerzas armadas. En este lugar reposan los militares muertos en la Segunda Guerra Mundial, así como varios expresidentes y otras personalidades del país.
La decisión fue aplaudida por los simpatizantes del dictador y por la familia Marcos, que ve culminada con este veredicto su reintegración a Filipinas. Un retorno que iniciaron en 1992, seis años después de haber sido derrocado Marcos y haber huido a Hawái, donde el dictador murió en 1989.
Pero para las víctimas de aquel régimen y sus familiares, la sentencia supone dar marcha atrás en el tiempo treinta años. El veredicto considera que Marcos debe ser enterrado con todos los honores porque según una resolución de la Oficina del Procurador General fue presidente del país, jefe de las fuerzas armadas y un luchador en la Segunda Guerra Mundial, que fue condecorado con la medalla al Valor, la más alta distinción militar del país. Y a ello se suma el hecho de que su familia sigue ejerciendo cargos públicos. Su mujer, Imelda, de 87 años, es parlamentaria; su hijo Ferdinand es senador y su hija Imee es gobernadora en la provincia de Ilocos Norte, el feudo familiar. Una especie de retorno al pasado para los filipinos.
Se trata de una pesadilla a varios niveles. Un desprecio para las más de 100.000 víctimas que murieron, fueron torturadas o detenidas ilegalmente durante la aplicación de la ley marcial que impuso entre los años 1972 y 1983. Y un desaire para la mayoría de la población, a cuyo empobrecimiento contribuyó la familia Marcos, que se estima que durante su régimen atesoró de forma ilícita unos 10.000 mil millones de dólares.
Un agravio al que contribuyó la abogada de la familia Marcos, Hyacinth RafelAntonio, quien en una de las vistas del Supremo subrayó que en este caso “las emociones y sentimientos de las víctimas no tienen relevancia”.
La batalla legal ha terminado, pero la política no ha hecho más que empezar. Varios partidos políticos criticaron el fallo del Supremo. La senadora Risa Hontiveros le acusó de “fallar miserablemente el test de la historia y en la preservación de la verdad sobre el régimen de Marcos”, señaló en un comunicado. Y el presidente del Senado, Aquilino Pimentel III, afirmó que “enterrarlo allí no le convierte en héroe ni borra la brutalidad de su régimen” y explicó que hablaría con Duterte “para intentar convencerlo de que no lo entierre en el cementerio de los Héroes”, según el diario Inquirer.
Una controversia que sugiere que el traslado del cuerpo embalsamado de Ferdinand Marcos, desde el mausoleo de su provincia natal de Ilocos Norte hasta el cementerio de los Héroes, no es para mañana y tardará tiempo en descansar en paz.
“Enterrarlo allí ni le hace héroe ni borra la brutalidad de su régimen”, dice el líder del Senado