El viaje del Rey a Arabia Saudí se inicia con polémica
Podemos, ERC y PDECat critican la idoneidad de la visita
El Rey viajará a Arabia Saudí el próximo sábado, retomando una visita que, aunque no se anunció oficialmente, estaba programada para el pasado mes de febrero. La primera decisión del Gobierno en materia de política exterior también ha provocado la primera polémica parlamentaria. Mientras PP, PSOE y Ciudadanos respaldan un viaje programado para defender los intereses económicos de España, Podemos, ERC y PDECat cuestionan el desplazamiento a un país que no respeta los derechos humanos.
Felipe VI, que en los días de Gobierno en funciones sólo ha viajado a foros internacionales, como la Asamblea de la ONU o la Cumbre Iberoamericana, no decide el destino de sus viajes oficiales o de Estado, que dependen de las prioridades del Gobierno. El objetivo del viaje a Riad es ratificar la firma de un contrato por el que la empresa pública Navantia construiría cinco corbetas para la armada saudí, que garantizaría 3.000 puestos de trabajo durante cinco años en los astilleros de Ferrol (A Coruña) y San Fernando (Cádiz) y, también, calmar los ánimos por el retrasos en las obras de la línea del AVE entre Medina y La Meca, que ha construido un grupo de empresas españolas.
La relación entre España y Arabia Saudí ha estado marcada en las últimas décadas por la sintonía entre la casa real saudí y el rey Juan Carlos, quien en más de una ocasión limó asperezas e intermedió. De hecho, la intervención del anterior monarca fue decisiva para la adjudicación de las obras del AVE que también pretendía un consorcio francés. Entre 1976 y el 2014, el rey Juan Carlos realizó siete viajes oficiales a Arabia Saudí y otros tantos de carácter semiprivado. Felipe VI viajó como príncipe en 1999 y en enero del 2015, ya Rey, se desplazó a Riad para dar el pésame al rey Salman por el fallecimiento de su hermano, el rey Abdalá.
Las particularidades del régimen saudí, donde rige la ley islámica, siempre han sido motivo de controversia en los viajes reales, que los sucesivos gobiernos han justificado por razones de conveniencia política y relaciones económicas. Ayer, Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso, apuntó que el Rey tratará del tema de los derechos humanos en sus reuniones con las autoridades saudíes. Albert Rivera, presidente de C’s, consideró que los ministros de Exteriores, Alfonso Dastis, y de Fomento, Íñigo de la Serna, que acompañan al Rey, deberían expresar claramente la posición del Gobierno respecto a la falta de libertades en Arabia Saudí. Antonio Hernando, portavoz del PSOE, recordó que el Rey viaja a Arabia Saudí en “defensa de los intereses de las empresas españoles y de las relaciones exteriores de España”. Íñigo Erregón, portavoz de Podemos, censuró el viaje a un país que viola los derechos humanos, pero justificó que el alcalde de Cádiz, Kichi González, de su misma formación, apoye el viaje del Rey en razón de los puestos de trabajo que puede generar para los astilleros gaditanos. Gabriel Rufián, portavoz adjunto de ERC, calificó el viaje real de “tremendamente cuestionable a nivel democrático”, mientras Francesc Homs, del PDECat, se preguntó si Felipe VI mantendría el mismo “interés” que su padre en sus relaciones con la monarquía saudí.
PP y PSOE sitúan el interés económico de España como objetivo y C’s pone el énfasis en los derechos humanos