La crisis de Podemos en Baleares pone en peligro el pacto de gobierno
El apoyo a Armengol queda supeditado a las dos diputadas expedientadas
La presidenta del Parlament balear, Xelo Huertas, y la diputada Montserrat Seijas evidenciaron ayer su distanciamiento con Podemos y en un acto de rebelión rompieron la disciplina de voto. Ambas votaron junto al PP y en contra de los partidos que sustentan el Gobierno de la socialista Francina Armengol para apoyar tres puntos de una moción que no prosperó sobre la bajada de impuestos, mientras el resto del grupo de Podemos votó en contra.
El desmarque se produjo apenas un día después de que Podemos abriese un expediente a ambas diputadas, por presuntamente, intentar favorecer desde el desempeño de sus cargos públicos a un tercer compañero de partido. Antes de la votación, Huertas ya dejaba entrever sus intenciones y antes de acceder al hemiciclo alertaba que votaría “en conciencia”. En este contexto advirtió que “parece que cuando algunos votan en conciencia les gusta mucho a su grupo –en alusión a los diputados de PSOE que votaron no a la investidura de Mariano Rajoy–, pero cuando votan en conciencia otros ya nos les gusta tanto”.
En cualquier caso, la suspensión de la militancia decretada un día antes impide a la formación morada aplicar ningún tipo de sanción ya que como clarifican desde el partido “ni representan ni actúan en nombre de Podemos”.
En cualquier caso, la crisis interna de la formación podría tener otro tipo de daños colaterales que han puesto en alerta tanto al PSIB como a la coalición ecosocialista Més. Las dos formaciones se mantienen en el Gobierno del archipiélago gracias al apoyo externo de Podemos. Este apoyo queda ahora supeditado a la decisión que en los próximos días pueden adoptar las dos diputadas expedientadas. Ambas anunciaron que pase lo que pase no abandonaran su escaño. Ello comportaría la pérdida de dos diputadas que pasarían a formar parte del grupo de no adscritos. A ellas también podría sumarse otro diputado de Podemos, Salvador Aguilera. Si Aguilera también sigue el mismo camino, Armengol contará con 31 votos frente a los 34 que tiene en estos momentos. Podemos pasará de diez a siete diputados.
En principio, Francina Armengol sigue contando con los votos suficientes para gobernar ya que la mayoría absoluta está en 30 diputados. Aún tendría un margen amplio, incluso ante la posibilidad de que otro diputado se desmarcase.
Con todo, el portavoz del Més per Mallorca, David Abril, subrayó que si dimite la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, se deben “revisar los Acuerdos por el Cambio hasta donde haga falta, y no sólo por esta cuestión ni por el reparto de cargos”. Mientras tanto, la presidenta de Baleares, Francina Armengol, confió en que Podemos “resuelva su situación lo antes posible y de manera factible para sacar adelante las políticas necesarias para los ciudadanos de las Baleares”.
La oposición, en cambio aprovechó la situación para sacar rédito político. En este sentido, la portavoz del PP en el Parlament , Margalida Prohens, criticó a la presidenta del Govern por su postura ante la crisis de Podemos y afirmó que “Armengol no se puede lavar las manos”. El PI y Ciutadans reclaman el relevo inmediato de Huertas al frente de la Cámara autonómica. Huertas, en cambio, está dispuesta a dar la batalla y además de rebelarse contra los suyos anunció una batería de querellas judiciales.
La presidenta del Parlamento rompe la disciplina de voto y se querellará contra su propio partido