La calidad del aire empeora en Barcelona por el tráfico
El informe de Salut detecta que la contaminación crece y supera la recomendación de la OMS
La calidad del aire de Barcelona empeoró durante el 2015 por el tráfico. Es una de las principales conclusiones del informe anual del Ayuntamiento sobre la salud de la ciudad. Durante ese año, en el que aumentó la actividad económica y por lo tanto la circuladanos. ción, subieron los niveles de algunos de los contaminantes críticos: el dióxido de nitrógeno creció un 11% de promedio, las partículas, un 13% y las micropartículas, un 16%.
“Es una prioridad para la ciudad y en pocos días estará a punto el plan de acción que ha preparado una subcomisión de expertos y que incluirá medidas para reducir la circulación, pacificar las calles y otras acciones de ámbito metropolitano, porque la contaminación no tiene fronteras municipales”, explicó la comisionada de Salut, Gemma Tarafa. Una de las zonas que concentran más picos de contaminación es el Eixample. “En dióxido de nitrógeno, se supera el límite legal. En todos los contaminantes, Barcelona está por encima de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, reconoció la gerente de la Agència de Salut Pública de Barcelona, Carme Borrell
Para los responsables sanitarios de la ciudad, corregir esta tendencia es uno de los principales retos, porque hay un claro impacto sobre la salud de los ciuda- Según se recuerda en el informe, la mortalidad por causas cardiovasculares y el número de hospitalizaciones por problemas cardiorespiratorios crece un 0,5% los días en que aumenta diez microgramos la concentración de partículas en el aire. El dióxido de nitrógeno, a su vez, tiene un impacto negativo sobre el proceso de atención en los escolares, como se demuestra en un reciente estudio en escuelas de Barcelona y Sant Cugat. Y también afecta al desarrollo neurológico, por ejemplo a la memoria de trabajo de los alumnos. Además de causar enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, se asocia la contaminación del aire con asma, neumonía, enfermedad obstructiva crónica, insuficiencia coronaria y cardiaca, hipertensión, diabetes...
El informe de la salud de Barcelona muestra una ciudad en la que todas las causas de mortalidad bajan un poco, salvo excepciones como el cáncer de pulmón en mujeres. La esperanza de vida se mantiene igual en conjunto, aunque las mujeres ganan una décima (alcanzan los 86,7 años), y los hombres pierden otra (80,5 años).
El panorama socioeconómico, que también incide en la salud, va cambiando pero no todo son mejoras. Hay menos procedimientos judiciales por no pagar el alquiler, menos ejecuciones de hi-
potecas, más ayudas para el alquiler. También el paro desciende unos 3 puntos (más entre hombres que entre mujeres). Pero a la vez se pierde cobertura por desempleo (otros 3 puntos), el 86,7% de los contratos nuevos son temporales y el contrato más frecuente (45,8%) dura un mes. Y todo eso tiene su pequeño impacto en las demandas de salud mental. Según el informe, los centros de salud mental de adultos atendieron a un 5% más de pacientes; en niños, el incremento fue del 15%. La mayor demanda de estos servicios es directamente proporcional a un menor nivel de renta, con Nou Barris a la cabeza.
La tuberculosis, en cambio, mejora: un 6% menos de infectados en comparación con el 2014. Este descenso continuado desde los años noventa se debe, asegura el Ayuntamiento, al programa de vigilancia y control que desarrolla la ciudad, referente internacional, especialmente por el sistema de estudio de los contactos de cada enfermo.
Las infecciones de transmisión sexual, en cambio, siguen paso a paso en aumento: a la cabeza, la gonorrea, seguido de la sífilis. También sube, aunque está muy lejos de las dos primeras, el linfogranuloma venéreo. El principal impacto de estas infecciones se concentra en hombres que mantienen sexo con hombres.
Algo parecido ocurre con los infectados por el virus de inmunodeficiencia humana, el del sida: 376 nuevos casos el año pasado. Entre las personas que tienen sida, en el 39% de los casos se tardó demasiado en diagnosticar. “Nuestras líneas de acción en este ámbito cuentan con un presupuesto de 300.000 euros”, apuntó Gemma Tarafa, que asegura que incluye medidas con el objetivo de acelerar el diagnóstico de la enfermedad.
La lista de los indicadores de salud que van mal se completa con el alcohol, que ocupa el primer lugar en la lista de adicciones a tóxicos registradas en la ciudad. “En marzo podrá ponerse en marcha el nuevo plan de drogas, con 250.000 euros de presupuesto, en el que habrá una atención especial al problema del alcohol. Con los datos del informe lo único que sabemos es que hay más personas que han iniciado un tratamiento para dejar el alcohol y que crece el número de mujeres que lo hacen”.
Las consultas de salud mental crecen un 5%, sobre todo en los barrios con más problemas económicos