El Barça se da una alegría con un Arda goleador (4-0)
El equipo recupera la senda de la victoria en un partido para ganar confianza
El Barça necesitaba una alegría tras tres empates seguidos. Algo feliz que llevarse a la boca. Una victoria que aliviara los sinsabores de las últimas semanas. La consiguió anoche en la Champions en un partido plácido ante el Borussia Mönchengladbach en el que sumó su décimo cuarto triunfo seguido en casa en la competición, todos los jugados en la era Luis Enrique. Qué diferencia con la Liga, donde el Camp Nou está lejos de ser un fortín. La ocasión la pintaban calva. Un duelo sin trascendencia clasificatoria. Un rival que dejaba jugar cómodo. Y un Estadi dispuesto a vivir una jornada festiva en todos los sentidos. Lo fue. Messi puso la calidad, Arda Turan logró un sorprendente hat-trick (suma más tantos que Neymar) y algunos fichajes ganaron en confianza, como Denis Suárez o André Gomes. Alcácer merece capítulo aparte. Dio una asistencia pero no hay manera de que marque. Ahora el Barça ha de esperar al sorteo del lunes para saber su contrincante de octavos de final.
El escenario era magnífico para que Messi disfrutara y siguiera añadiendo goles en su historial y para que Iniesta acumulara minutos. El decorado también remera sultaba ideal para que los seis refuerzos de este verano y los dos del anterior enseñaran detalles que hicieran albergar esperanzas para compromisos de más calado. ¿Repartiría bien el juego como pivote André Gomes? ¿Desbordaría Denis Suárez? ¿Subiría con criterio Aleix Vidal? ¿Cogería ritmo Umtiti? ¿Marcaría Alcácer? Preguntas interesantes que hacían mirar el partido con más interés que otras veces cuando la liguilla languidece y está todo el pescado vendido.
Aunque, como de costumbre, el mejor caviar de entrada lo puso Messi. El argentino quiso jugar y no fue para pasearse por el césped, sino para dejar su sello. Cuando él cogía la pelota y con la aquiescencia del adversario, un dulce por su falta de dureza, Leo cambiaba el ritmo, combinaba con Iniesta y con Arda y generaba peligro. El crack inició y finalizó la jugada del primer gol. Recibió un balón en la frontal del área, aceleró, se asoció con Arda, que le devolvió el balón, y alojó la pelota en la red. Décimo tanto en esta fase de Messi, que a continuación tuvo el segundo en sus botas. Su remate lo desvió el guardameta Sommer.
Todo lo que en el de Rosario surgía de manera natural y todo lo que distribuía con eficacia Iniesta (cien pases intentados en la pri- mitad) se tornaba un drama cuando el balón caía a los pies de Alcácer. El valenciano, bloqueado, se desesperaba y lo hacía palpable, para irritación de una parte del público, que dejó escapar algún silbido suelto. Alcácer participaba poco y casi siempre de manera errática. En cambio, Denis Suárez se iba soltando y hasta se atrevía con un caño, Aleix Vidal irrumpía con potencia por su banda y también corría hacia atrás con entusiasmo y André Gomes se sentía a sus anchas sin ninguna presión.
El partido apenas contaba faltas y el Borussia Mönchengladbach, pese al apoyo de una nutrida parroquia visitante, casi no pasaba del centro del campo. El dominio blaugrana era total pero le seguía faltando profundidad al fútbol del Barça, empeñados la
GOLEADORES Messi abrió el marcador y Arda Turan logró un inesperado triplete en un día con todos los fichajes LA DIFERENCIA Al contrario que en la Liga el equipo blaugrana ha hecho de su estadio un fortín en la Champions
mayoría de jugadores en buscar a Messi hasta la saciedad. El argentino es el amo absoluto pero estaría bien que hubiera en los demás una dosis mayor de individualismo. No se trata de mirar dónde está el argentino sólo porque toca, sino porque sea la opción más efectiva. Esto se corrigió tras el descanso porque faltaban más goles para que la sonrisa se dibujara en el rostro del barcelonismo y estos llegaron, en plural, en la segunda mitad.
En un visto y no visto Turan se vio con un doblete en sus alforjas. Curiosamente en ambas jugadas participó Aleix Vidal que, por fin, dio señales de vida. En el 2-0 el catalán conectó con Denis Suárez para que el gallego centrara. Con un poco de fortuna el balón llegó a la cabeza de Arda, que no perdonó. A continuación el turco embocó de primeras un centro de Vidal tras triangulación con Messi. Partido resuelto, público en pie cuando fue sustituido Iniesta y el morbo de ver si Alcácer se estrenaría. No lo hizo pero al menos le dio un pase perfecto a Turan para que lograra el tercero de su cuenta.
La goleada ya era un hecho y Luis Enrique dio la alternativa en la Champions al joven del B Marc Cardona. Tras despedir Europa hasta febrero, el equipo tiene que coger la línea en la Liga.