Armando Portuguez
Una explosión en cadena causa al menos 31 muertos en una ciudad de México
ALCALDE DE TULTEPEC (MÉXICO)
Mientras el Ayuntamiento de Tultepec aseguraba recientemente en una nota oficial que el mercado pirotécnico de la ciudad contaba con las máximas medidas de seguridad, una explosión en cadena demostró ayer lo contrario.
Hace apenas una semana, el gobierno municipal de Tultepec se jactaba de que el mercado de pirotecnia de San Pablito, donde ayer murieron al menos 31 personas tras una monumental explosión, era el más seguro de su tipo en América Latina.
Días antes de la tragedia, que dejó el recinto en ruinas y totalmente calcinado, las autoridades del ramo afirmaban en un comunicado que el bazar de fuegos artificiales, con una superficie equivalente a dos campos de fútbol, contaba con “puestos perfectamente diseñados y con los espacios suficientes” para que no se diera “una conflagración en cadena en caso de un chispazo”.
En la misma nota de prensa oficial, Germán Galicia, presidente de los locatarios, garantizó que el mercado estaba equipado con extintores, agua, arena, picos, palas y personal cualificado para actuar en caso de algún incidente. La realidad, no obstante, se encargó de probar lo contrario. Las 300 toneladas de artículos con pólvora, almacenadas en el lugar, estallaron alrededor de las 2.30 de la tarde, cuando cientos de personas compraban cohetes para celebrar la Navidad y el Año Nuevo. La detonación arrasó con todo; los puestos comerciales quedaron reducidos a cenizas, escombros y metal retorcido.
No se sabe todavía cuántas personas se encuentran desaparecidas, aunque se sospecha que po- drían ser un centenar. Las autoridades indicaron que los equipos de rescate han encontrado muchos cuerpos desmembrados por la onda expansiva y han contabilizado 72 heridos, muchos de ellos de gravedad por las quemaduras sufridas. Entre los muertos hay varios menores de edad.
“Todo se estaba prendiendo. Todo estaba explotando”, dijo Crescencia Francisco, que se encontraba en el recinto, ahora acordonado por el ejército y la policía. “Las piedras salían volando, pedazos de tabique (ladrillo), todo estaba volando”, relató la mujer, que huyó des- pavorida en medio de las explosiones. Mientras corría, vio personas con quemaduras y mucha sangre, dijo alterada. Un vídeo que ha dado la vuelta al mundo, grabado por un conductor que pasaba cerca del lugar, muestra una cadena de detonaciones sobrecogedora.
El Gobierno del estado de México, donde se localiza el municipio de Tultepec, no ha avanzado ninguna explicación sobre la posible causa del desastre, aunque fuentes de Protección Civil apuntan a la “imprudencia” de alguna persona o la falta de medidas de seguridad. El jefe del Ejecutivo estatal, Eruviel Ávila, anunció que las averiguaciones están en marcha. “Vamos a identificar quiénes son responsables”, prometió el gobernador. Lo mismo dijeron sus predecesores y nada cambió, tras los accidentes registrados en San Pablito en el 2005
y el 2006, que dejaron decenas de heridos y casi 300 puestos destrozados.
El municipio, de unos 100.000 habitantes y situado a unos 40 kilómetros al norte de Ciudad de México, es la capital nacional de la pirotecnia. Su mercado de fuegos artificiales es el más grande del país y el sector da trabajo al 40% de su gente, en talleres artesanales y locales comerciales. De acuerdo con información del Ayuntamiento, se esperaba que las ventas en esta temporada navideña superaran las 100 toneladas de producto distribuido en todo el país.
Los servicios de emergencia buscan entre los escombros a los desaparecidos, al menos un centenar