Simpatías extranjeras
El Govern recibe la advertencia del TC sobre la suspensión del plan del referéndum
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, exhibe en el Parlament el apoyo internacional contra la judicialización del proceso soberanista.
El proceso catalán hace tiempo que ha traspasado las fronteras del Estado español y Carles Puigdemont aprovechó ayer esta circunstancia para exhibir el apoyo internacional contra la judicialización que está recibiendo en los últimos días y de manera muy especial a raíz de la causa abierta a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, por permitir el debate en el pleno de las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente. En la sesión de control en el Parlament, el presidente de la Generalitat tuvo especial interés en contraponer la situación de rechazo que el proceso soberanista padece dentro de España con la expectación y el respaldo que despierta en el exterior, y por este motivo fue el propio grupo que secunda al Govern, el de Junts pel Sí, el que a través de Jordi Turull le planteó la cuestión.
Y Carles Puigdemont no desaprovechó la oportunidad tanto para valorar que “alguien, y no menor, da credibilidad y está expectante a aquello que pasa en Catalunya” –en alusión al hecho de que la revista sitúe el referéndum como uno de los acontecimientos relevantes del 2017– como para detallar “otros ejemplos” en los que, a su juicio, “se percibe la preocupación en Europa” ante el proceso a la presidenta del Parlament y otros miembros de la Mesa, que es precisamente lo que está provocando mayor perplejidad en la escena internacional. Entre estos ejemplos citó el apoyo mostrado por la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales Europeas (Calre), las iniciativas emprendidas por diputados británicos, galeses, escoceses, irlandeses, daneses, eslovenos, suizos o italianos, además de alemanes y belgas, para condenar la judicialización de la política en Catalunya y la carta remitida por el presidente del Parlamento de Flandes, Jan Peumans (Nueva Alianza Flamenca), al Gobierno español en la que expresa que “la judicialización no me parece el camino adecuado de llegar a una solución” y le reclama que “resuelva el conflicto con Catalunya por medio del diálogo político”. Un movimiento de solidaridad internacional con la presidenta del Parlament que el presidente de la Generalitat contrapuso al “aislamiento cada vez mayor” que, a su entender, está sufriendo Mariano Rajoy en la escena política española. “Si quieren buscar rincones de radicalidad o de aislamiento, miren en sus propias filas, su partido está perdiendo algunas votaciones, como por ejemplo la reforma del Tribunal Constitucional, que con su impunidad y falta de diálogo quisieron imponer, y ahora es la sociedad española que les está aislando a ustedes y de manera sistemática”, subrayó Carles Puigdemont a modo de réplica al jefe de filas del PP en el Parlament, Xavier García Albiol, que le había acusado de presidir un Govern que es “prisionero de los antisistema de la CUP” y que, a consecuencia de ello, “la mayoría de la sociedad catalana considera que ha quedado aislado institucionalmente”. “Lo que quiere la mayoría de la sociedad catalana, lo que une a los catalanes, es el referéndum”, remachó el presidente de la Generalitat.
El debate se produjo antes de que todos los miembros del Govern recibieran en el mismo Parlament, de manos de un funcionario judicial del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), la notificación del Tribunal Constitucional (TC) que les informa de la suspensión de la resolución del último debate de política general referida a la celebración de un referéndum sin acuerdo con el Gobierno español y les advierte del riesgo de incurrir en responsabilidades penales si ignoran la medida. La entrega, que se llevó a cabo de manera ostensible mientras en el pleno se debatía justamente la resolución de respaldo a Carme Forcadell, se realizó primero a los distintos consellers y después a Carles Puigdemont y al vicepresidente Oriol Junqueras –que la firmaron en el despacho de la presidencia de la Generalitat–, lo que dio pie a que algunos diputados pusieran el hecho como la mejor muestra de la “insólita situación” en que se encuentra inmersa la actividad política en Catalunya.
Los miembros del Govern no dudaron en exhibir ante los medios de comunicación las notificaciones una vez firmadas, en los pasillos del Parlament y dentro del hemiciclo, y el propio presidente de la Generalitat reaccionó con la publicación de una foto y un comentario harto elocuente, a modo de aviso al Gobierno español, en las redes sociales: “Notificados y advertidos por tercera vez, quien quiere dialogar lo hace con política y no con los tribunales de por medio”. Para los consellers que ya estaban en el Govern con Artur Mas –Neus Munté, Meritxell Borràs, Jordi Jané y Santi Vila– era, sin embargo, la cuarta advertencia.
MENSAJE A MADRID “Quien quiere dialogar lo hace con política y no con los tribunales”, avisa el president HOJA DE RUTA El jefe del Govern ve a Rajoy aislado y subraya que “lo que une” es el referéndum