El PP catalán y el Gobierno deciden modular la ‘operación diálogo’
La reacción adversa de Puigdemont a su “mano tendida” preocupa en el Ejecutivo
El Partido Popular ha decidido modular el relato de su operación
diálogo en Catalunya, encabezada por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, después de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, respondiera a esa “mano tendida” convocando para el viernes una cumbre de urgencia sobre el referéndum de independencia.
No se trata de cambiar la estrategia diseñada por la Moncloa para responder a la cuestión catalana, apuntan fuentes populares, sino de que el discurso institucional del Ejecutivo sea complementado con el del partido, más libre éste para entrar en el cuerpo a cuerpo dialéctico con el independentismo.
Así, continuarán las ofertas de diálogo con la promesa de sellar acuerdos en 45 de 46 reclamaciones (todas menos la consulta, el gran obstáculo entre los dos Ejecutivos) que Puigdemont le entregó al presidente Mariano Rajoy en su primera y única visita a la Moncloa.
Como continuarán también las visitas a Catalunya de Santamaría, ministros y altos cargos del Gobierno central para reunirse con representantes de la sociedad civil económica y cultural, pulsar el estado de opinión y anotar quejas, ruegos y pedidos. Pero al mismo tiempo desde el partido se reforzará el discurso de “firmeza” ante el independentismo, principalmente en el Parlament con un Xavier García Albiol que puede recobrar cierto protagonismo tras unas semanas ensombrecido por el nombramiento de Enric Millo como delegado del Gobierno central en Catalunya.
Son dos líneas de actuación complementarias. Por un lado el partido se encargará de mantener las “esencias” del PP y no desairar una militancia que, tanto en Catalunya como otras partes de España, no acepta tibiezas con el secesionismo. Así, el partido incidirá en sus acusaciones de que el Govern de Puigdemont es prisionero de la “agenda radical” de la CUP.
“Debemos evitar que se repita el error de 1996, cuando tras el pacto del Majestic con CiU el partido en Catalunya se deshilachó”, apuntan en este sentido desde el PP.
Un riesgo del que advirtió Albiol recientemente a Rajoy, Santamaría y a la ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, después de haber detectado cierto malestar, en estos días de comidas y cenas navideñas de las agrupaciones territoriales, entre la militancia en Catalunya.
En el PP catalán aún está abierta la herida que provocó la celebración del 9-N después de que Rajoy y diferentes ministros prometieran en repetidas ocasiones, en diferentes actos con militantes del partido en Catalunya, que este no se iba a celebrar.
Por otro lado, y siguiendo esas dos líneas estratégicas, el Gobierno y su delegado en Catalunya, Enric Millo, continuarán explorando algún tipo de acuerdo con la Generalitat que modifique un calendario que contempla celebrar en septiembre el referéndum de independencia.
Y de conseguir también, como
El Ejecutivo seguirá con la oferta de diálogo, pero Albiol puede retomar protagonismo en el Parlament
subrayó Santamaría el sábado en Barcelona, transmitir el mensaje a toda la sociedad catalana de que, al margen de su choque con el Ejecutivo de Puigdemont, gobiernan “por y para Catalunya”.
En la estrategia de mejorar la interlocución institucional se enmarcan las reuniones de esta semana entre la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el delegado Millo; y la del nuevo secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, con el conseller de Cultura, Santi Vila, y con el teniente de alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni,
Todo ello a la espera de que se concreten la reunión que acordaron la vicepresidenta Santamaría y el vicepresident del Govern, Oriol Junqueras, y la de los presidentes Rajoy y Puigdemont, quienes hablaron en tono cordial la semana pasada por la reunión de presidentes autonómicos, que se celebrará el próximo 17 de enero en el Senado, y a la que no asistirá el mandatario catalán, sin poner fecha y hora para su encuentro bilateral.