La Vanguardia

El PP cree que la renuncia de Aznar no perjudica la estrategia de Rajoy

La dirección considera que el partido ha de ganar espacio en las políticas de centro

- CARMEN DEL RIEGO FRANCESC PEIRON Madrid / Nueva York

La historia de un divorcio acordado. Ese es el relato que quieren transmitir en el PP sobre la decisión de José María Aznar de renunciar a ser presidente de honor del PP. De acuerdo con este guión era una decisión lógica consecuenc­ia de la separación, por mutuo acuerdo, entre PP y la FAES. Una separación que a juicio de los que más conocen a Aznar en el PP libera ahora al ex presidente para poder decir, desde su fundación, lo que quiera, pero que no supone una ruptura definitiva con el partido. En caso contrario Aznar habría acompañado su dimisión de su renuncia a la militancia, y esto último no ha sucedido.

Los populares consultado­s se quedan, a la hora de valorar la decisión de José María Aznar, con la corrección de la carta con la que hace el anuncio de su renuncia, donde no incluye ningún reproche a la política del Gobierno de Rajoy o del propio PP. Críticas que sí hizo hace una semana a la vicepresid­enta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, con motivo de su nueva política que trata de buscar el acuerdo con Catalunya. Unos reproches de las que es autor, recuerdan, quien en alguna ocasión dijo que “hablaba catalán en la intimidad”.

Además, las fuentes consultada­s subrayan que el momento elegido por Aznar para hacer pública su renuncia, ha sido el mejor. Mariano Rajoy ya es presidente del Gobierno. Aznar podía haberlo hecho durante las negociacio­nes para la investidur­a y hubiera sido una piedra en el zapato. Y podía haberlo hecho en vísperas del Congreso y su sombra hubiera sobrevolad­o sobre el cónclave. Hacerlo ahora en Navidad garantiza, creen en el PP, que a la vuelta de las vacaciones nadie se acordará de Aznar, a quien además no se echará de menos en el congreso.

Sin embargo, el presidente del PP, Mariano Rajoy, dejó ayer entrever que le hubiera gustado más que lo que ha ocurrido no se produjera, porque siempre es malo una situación de este tipo: “Hay 365 días inoportuno­s cada año”, dijo bromeando Rajoy en Nueva York, cuando fue preguntado por si la renuncia a José María Aznar era oportuna en este momento.

Porque lo que no quiere decir el anuncio de Aznar, subrayan en el PP, que la marcha de quien han sido el presidente de honor del PP, sea inocua. pero más que por su renuncia por la imagen de división que puede dar a la opinión pública.

Las fuentes populares consultada­s subrayan que hasta ahora el PP era el único partido unido y cohesionad­o, y eso era un valor apreciado por los ciudadanos, frente a un PSOE y a un Podemos que mantienen una lucha por el poder evidente para todos. No es que el PP esté roto a jirones como el PSOE, dicen los populares, pero “ahora también tenemos lo nuestro”, dicen en la dirección del partido.

Porque lo que descartan todos en el PP es que José María Aznar esté pensando en formar otro partido a la derecha del PP. “Eso no está en los genes de Aznar”, asegura un veterano dirigente del PP que ha compartido con el ex presidente buena parte de su trayectori­a política. Lo que si creen es que ahora, una vez hecha la separación entre la fundación y el partido, José María Aznar se sentirá más libre para opinar sobre lo que quiera, y hacerlo con nombres y apellidos, mientras que hasta ahora, y como ocurrió la semana pasada, se escudaba tras las siglas de FAES para criticar a Rajoy o a la vicepresid­enta, Sáenz de Santamaría.

Quizá la mayor demostraci­ón de que José María Aznar, a quien muchos en el PP creen que no ha sabido ver que su tiempo había pasado “como lo vio Manuel Fraga cuando le dejó a él como presidente del partido”, es que la única voz que se alzó para criticar la actitud que ha tenido el partido para con su anterior presidente, fue Miguel Ángel Rodríguez, quien fuera mano derecha suya. A su juicio la dirección nacional del PP ha pecado de “falta de sensibilid­ad” hacia Aznar. Todo unido, en opinión de Rodríguez, a una ausencia de un proyecto ideológico dentro del partido que tendrá que definir para que luego opinen los lectores, dibuja una situación difícil.

Sin embargo esto no preocupa en el PP. Los miembros de la actual dirección del partido coinciden en que electoralm­ente la espantada de Aznar no les hace daño, porque precisamen­te lo que tiene que procurar el PP en esta nueva etapa política es abrirse hacia el centro político que donde los populares han perdido votos en las últimas elecciones, las de diciembre y las de junio. Uno de los graves problemas que ha tenido el PP es que, como indicaban los barómetros del CIS (Centro de Investigac­iones Sociológic­as), los electores situaban al PP mucho más a la derecha de lo que en realidad el partido se sentía, puesto que le colocaban en un 8 sobre 10, cuando está comprobado que para ganar las elecciones, un partido debe ser visto en el espectro de centro, ya sea en el centro izquierda o en el centro derecha.

Así que los populares han decidido dejar pasar el chaparrón, y esperar a que escampe, en espera de que las elecciones, y los logros de esta legislatur­a, que serán los de Mariano Rajoy, les den la razón al tiempo que se la quitan a Aznar.

DIVISIÓN Lo que preocupa es dar una imagen de división como la del PSOE o Podemos INDEPENDEN­CIA La formación asume que el expresiden­te ya podrá decir lo que piense cuando quiera

 ?? DANIEL GARCIA-SALA ?? José María Aznar, junto a sus esposa, en una de sus más recientes comparecen­cias públicas, en el sepelio de Rita Barberá
DANIEL GARCIA-SALA José María Aznar, junto a sus esposa, en una de sus más recientes comparecen­cias públicas, en el sepelio de Rita Barberá

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