Barcelona lucha contra la pobreza energética
Se crean diez puntos de asesoramiento y se harán visitas a domicilio para garantizar los derechos energéticos
De pobrezas hay de muchas clases, y una de ellas es la energética. Esta es la que sufren los hogares que no tienen los recursos económicos necesarios para pagar la energía para satisfacer las necesidades domésticas básicas, o cuando se ven obligados a destinar una parte excesiva de los ingresos a pagar la factura de los suministros básicos. En Barcelona, según diferentes estudios, la pobreza energética afecta entre el 7 y el 10% de la población; otro dato signi cativo es que la mitad de los usuarios de Servicios Sociales tiene di cultades para pagar las facturas de la electricidad, el agua o el gas.
“En los últimos años observamos un incremento del número de personas que tienen di cultades para pagar los recibos de los servicios básicos, que se encuentran en situación de vulnerabilidad energética, lo que repercute en su salud, pero también en otros aspectos como la educación, el trabajo, las relaciones personales...“, apunta Ricard Fernández, gerente del Área de Derechos Sociales.
La pobreza energética ha aumentado en la ciudad y afecta entre el 7 y el 10% de la población
PUNTOS DE ASESORAMIENTO
Para hallar una solución a esta realidad, el consistorio pondrá en marcha a partir de enero diez Puntos de Asesoramiento Energético (PAE) repartidos por la ciudad. En estos puntos –la mayoría ubicados en las o cinas de la vivienda de los distritos– se dará información de los derechos energéticos; se ofrecerá asesoramiento personalizado para detectar y reducir la pobreza energética, y se intervendrá en hogares de familias vulnerables para evitar que la situación de pobreza energética se perpetúe en el tiempo y buscar una solución.
Como apunta Fernández, “el objetivo del servicio es combatir la situación de pobreza energética, garantizar los derechos que contempla la legislación vigente en cuanto al acceso a los suministros básicos, y mejorar la e ciencia de los hogares de la ciudad, especialmente de los más vulnerables. Asimismo, la consecución de este objetivo general permite también promover la inserción ocupacional de personas con di cultad de acceso al mercado laboral que formarán parte del personal de este proyecto“.
PRUEBA PILOTO
Antes de abrir los diez puntos –está previsto que haya uno en cada distrito, menos en Les Corts y Sarrià que compartirán o cina, y se abrirán dos en Nou Barris, donde se han detectado más casos de personas en situación de vulnerabilidad–, el invierno pasado el Ayuntamiento realizó durante cinco meses una prueba piloto en Nou Barris, Sant Martí, Sant Andreu y Sants-Montjuïc. Durante este periodo se visitaron 3.100 hogares, de los cuales el 60% padecía pobreza energética moderada o severa, es decir, no podían mantener una temperatura adecuada en el interior, tenían goteras o humedades, o retrasos en el pago de las facturas. Además, el 13% de estos hogares había sufrido el corte de algún suministro básico y arrastraba una media de 348 euros de deudas.
A pesar de esta situación, se constató que sólo el 43% de los hogares afectados estaba pagando el precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) –precio
para potencias no superiores a 10KW–; que sólo el 33% conocía el Bono Social y el 17,3% lo tenía, a pesar de que el 65% de los hogares cumplía las características para ser bene ciario. En total, desde los puntos se gestionaron 450 cortes de suministro de servicios, de los cuales 255 eran aviso o corte del suministro de gas.
“La experiencia del invierno pasado fue un éxito, tanto en la formación del personal, que eran personas que estaban en el paro, como en la difusión entre los ciudadanos de sus derechos en términos de pobreza energética”, explica Fernández. Estos buenos resultados son los que han llevado al consistorio a instaurar los Puntos de Asesoramiento Energético, un proyecto que tiene un presupuesto de 4.450.380 euros para los próximos dos años y supondrá, además, la contratación de cien personas formadas para ser asesores energéticos a través del programa Làbora, de planes de empleo para personas en situación de desempleo de larga duración. La gestión de los PAE se llevará a cabo desde empresas del tercer sector.
Desde los PAE se quiere combatir la pobreza energética y explicar las obligaciones de los suministradores