Fútbol de despachos
El Barça normaliza sus relaciones con la UEFA y la FIFA tras un periodo convulso
La diplomacia del FC Barcelona se ha apuntado un tanto al firmar la paz con la UEFA en el tema de las estelades, una buena noticia para el club, que sin embargo continúa enfrentado con los dirigentes de la FIFA y de la Liga española, con las consecuencias que tiene esta situación en las decisiones administrativas que toman estas instituciones, normalmente contrarias a los intereses blaugrana.
El pacto al que han llegado recientemente la UEFA y el FC Barcelona para revisar el artículo que castiga la exhibición de estelades en el Camp Nou fue ratificado ayer fotográficamente con la visita del presidente del máximo organismo futbolístico europeo, Aleksander Ceferin, a las instalaciones del club azulgrana. La comitiva de la UEFA, completada por el secretario general Theodore Theodoridis y por su adjunto Giorgio Marchetti, respondió a la invitación cursada por la entidad catalana, cuyas oficinas recibieron la confirmación del viaje el pasado miércoles, con un día escaso de margen. Dio igual. La noticia fue muy bien recibida. Por parte azulgrana el presidente Josep Maria Bartomeu, el vicepresidente deportivo Jordi Mestre, el director de deportes profesionales Albert Soler y el director de fútbol Raül Sanllehí, ejercieron de anfitriones.
El encuentro duró dos horas, tiempo justo para completar el tour que realizan los turistas, pero en versión primera clase. Los invitados pudieron entrar en los vestuarios del primer equipo, atravesaron el túnel, pisaron el césped, pasaron por la Botiga y acabaron en el palco, donde disfrutaron de un almuerzo que incluyó jamón ibérico. Después de las preceptivas fotos, difundidas por los medios oficiales, Ceferin y compañía regresaron al aeropuerto para iniciar sus vacaciones. La UEFA baja la persiana unos días.
La visita de Ceferin cabe enmarcarla en una operación de normalización institucional impulsada por el FC Barcelona con los distintos organismos que rigen el fútbol. Con la UEFA se ha restablecido una complicidad que desapareció por culpa de las repetidas sanciones impuestas por la exhibición de estelades. Con Ceferin, un mandatario de talante conciliador según fuentes azulgrana, la vía diplomática ha encontrado soluciones.
Con la FIFA, cuando Joseph Blatter
JOAN JOSEP PALLÀS
Barcelona
era aún su presidente, la relación se rompió debido al duro castigo contra el FC Barcelona en el caso de los menores de edad, hoy de nuevo noticia por la notoria rebaja con la que se ha visto beneficiado el Real Madrid. Con Gianni Infantino como máximo mandatario se están restableciendo puentes. De hecho, Josep Maria Bartomeu viajó a Zurich en septiembre en comitiva para hacer visible la reanudación de las relaciones en la sede de la FIFA, estrechando la mano y citándose con Infantino. En ese contexto de consolidación de afinidades se explica también la visita que Zvonimir Boban, exjugador croata actualmente consultor de la FIFA, realizó a la Masia de Sant Joan Despí. De hecho, el Barça no desiste en su empeño de modificar la norma que castiga el fichaje de menores de edad comunitarios (16 años) y extracomunitarios (18) alegando la excepcionalidad del Barça como club modélico en fútbol formativo.
Como la relación con la federación española goza de buena salud, el peor obstáculo que se vislumbra en esta maniobra diplomática global está en LaLiga, concretamente en su controvertido presidente Javier Tebas. Desde que el club anunció su reprobación tras los incidentes de Mestalla (Tebas acusó a los jugadores de fingir), Albert Soler se ha visto dos veces con él, una en Barcelona y otra en Madrid.
POLÍTICA DE GESTOS Bartomeu, que ya acudió a Zurich para estrechar la mano de Infantino, hizo de anfitrión ayer con Ceferin