Los Maristas se disculpan
El superior de los Maristas ha pedido disculpas por las violaciones a menores cometidas en sus escuelas.
El superior general de los Hermanos Maristas, el catalán Emili Turú, pidió perdón ayer por los casos de abusos a menores denunciados en escuelas de esta congregación en Catalunya durante el mensaje que publica cada Navidad.
El máximo responsable mundial de los maristas dividió su mensaje, que este año se centró en el bicentenario de la orden fundada el 2 de enero del 1817 en Francia, en tres palabras: gracias, perdón y compromiso. Turú pidió “perdón porque en algunas de nuestras instituciones, que tendrían que haber sido un lugar seguro para todos los niños y jóvenes, se han dado situaciones de abuso que han dejado profundas heridas, frecuentemente para toda la vida” y “perdón, de manera muy particular, a quienes sufrieron esos abusos”.
En el mensaje, Turú agradeció la labor realizada en todo el mundo por los “38.000 hombres que a lo largo de estos 200 años han profesado como Hermanos Maristas”. También expresó el deseo de construir una Iglesia “abierta, inclusiva, misionera y servidora” y el “compromiso de defender y promover los derechos de los niños”.
Los Hermanos Maristas en Catalunya ya habían expresado su “más sincera disculpa a las víctimas” por no haber evitado los abusos mientras estudiaban en sus centros. Al iniciar la celebración del bicentenario de la institución, el superior general reiteró esta petición de perdón, enmarcada en la labor social y educativa que realizan actualmente 3.500 hermanos maristas en 81 países.
El caso que desató esta situación fue el del exprofesor de gimnasia del centro Maristes Sants-Les Corts Joaquín Benítez, que confesó los abusos sexuales a los que sometió durante años a varios de sus alumnos de ese centro educativo y que está todavía pendiente de juicio.