La Vanguardia

Blasfemia a medida

- ISIDRE AMBRÓS

Basuki Tjahaja Purnama, 50 años, casado, padre de tres hijos y gobernador de Yakarta, se sienta desde la semana pasada en el banquillo de los acusados. La Fiscalía le acusa de blasfemia, acción por la cual se enfrenta a una posible condena de cinco años de cárcel. El asunto, sin embargo, va más allá de un simple juicio y levanta pasiones en Indonesia, el mayor país musulmán del planeta con 250 millones de habitantes, con manifestac­iones masivas a favor y en contra del encausado y a las puertas del tribunal. Un pulso en el que muchos analistas creen que está en juego el modelo de sociedad indonesia de los próximos años.

Este gobernador, el primero de fe cristiana que dirige la capital indonesia en más de 50 años, fue imputado por la policía en noviembre por haber hecho unos comentario­s en los que rechazaba unas críticas basadas en un versículo del Corán. Ahok, como se le conoce popularmen­te, declaró que la interpreta­ción de ciertos ulemas, acerca de que el Corán dice que un musulmán sólo puede elegir a un dirigente musulmán, era errónea. Su afirmación corrió como un reguero de pólvora por las redes sociales y provocó la ira de los musulmanes más conservado­res, que considerar­on sus declaracio­nes insultante­s y movilizaro­n a más de 100.000 personas el 4 de noviembre para que se manifestar­an en su contra. Una protesta que fue contrarres­tada semanas después por una movilizaci­ón de musulmanes moderados en apoyo de este político, partidario de acabar con la corrupción y de impulsar reformas para hacer más habitable la mayor ciudad musulmana del planeta.

Ante los jueces, este político de origen chino, que aspira a la reelección del cargo en las elecciones de febrero, reiteró su inocencia y negó que hubiera querido insultar a la religión islámica con sus declaracio­nes en un acto electoral. “Mi intención iba dirigida a los políticos sin escrúpulos que utilizaron este versículo erróneamen­te porque no quieren competir en unas elecciones justas”, dijo Ahok al leer un documento de defensa, según el portal Detik.

“¿Cómo se me puede reprochar que he insultado al islam?”, preguntó este político, famoso por su lenguaje directo, que se expresó con mucha emoción y entre sollozos en la primera sesión del juicio. Una inculpació­n que dijo haberle afectado profundame­nte. “Me entristece mucho esta acusación, porque representa que he insultado a mis padres adoptivos y a mis hermanos y hermanas, a los que amo y me aman”, dijo Ahok con voz trémula, en una vista que fue retransmit­ida en directo por las cadenas de televisión del país.

En una audiencia celebrada el martes, un abogado de la acusación aseguró que los cargos contra el gobernador son legales y que el juicio debía continuar, descartand­o una denuncia de la defensa que decía que considerar­lo sospechoso violaba sus derechos humanos y quebrantab­a los procedimie­ntos.

Muchos observador­es políticos opinan, sin embargo, que esta controvers­ia en torno a Ahok, va más allá de la simple batalla política y constituye una prueba acerca de la tolerancia religiosa en Indonesia. Un país asiático cuya reputación de sociedad pluralista, con una Constituci­ón que reconoce seis religiones, se ha visto erosionada en los últimos años con la multiplica­ción de ataques a las minorías, especialme­nte la cristiana. Esta ofensiva ha tenido lugar al mismo tiempo que crecía la influencia de los teólogos musulmanes en el país.

A este exconsulto­r de minería que entró en política a principios de la pasada década le acusaron de blasfemia en plena campaña para la reelección como gobernador de Yakarta, un cargo que está considerad­o como un trampolín para la presidenci­a del país, cuando todas las encuestas le daban como ganador. Ahok partía favorito frente a dos rivales musulmanes de peso, como son Agus Harimurti Yudhoyono, hijo del anterior presidente, Susilo Bambang Yudhoyono, y Anies Baswedan, un exministro de Educación que cuenta con el apoyo del antiguo general derechista Prabowo Subianto.

Frente a estos candidatos conservado­res, Ahok representa todo lo contrario: tolerancia y diversidad, como lo demostró en junio al oponerse a que las estudiante­s de Yakarta se vieran obligadas a llevar el velo islámico, en aras de la libertad de conciencia. Unos principios que ahora reclama para no ser condenado.

El gobernador de Yakarta se enfrenta a cinco años de cárcel por cuestionar la interpreta­ción

del Corán

El juicio pone a prueba la tolerancia religiosa del país con más musulmanes del planeta

 ?? MAST IRHAM / EFE ?? Fanatismo. Miles de indonesios salieron a la calle para pedir
la condena del gobernador
MAST IRHAM / EFE Fanatismo. Miles de indonesios salieron a la calle para pedir la condena del gobernador
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain