Liven invierte cinco millones en otra planta en el Berguedà
El productor de ‘snacks’ tiene fábrica en Berga y abrirá en Puig-reig Liven, compañía fabricante de aperitivos (semielaborados y acabados, basados en maíz, cereales o patata), invertirá cinco millones de euros en una nueva planta en Puig-reig, a la que trasladará la producción de palomitas, para liberar espacio en la fábrica principal de Berga, donde desarrollará nuevos proyectos para crecer. Salvador Montagut, director general de la compañía, explicó ayer que ya han adquirido una nave, y que después de las obras de adecuación, deberá entrar en funcionamiento después del verano, con una plantilla de entre 30 y 35 personas.
Liven es el mayor productor y procesador de maíz para alimentación: tiene una estructura integrada, a partir de una planta agrícola de su propiedad en Huesca. Liven fabrica fritos, tortillas, palomitas o maíz tostado (Kikos es una marca registrada del grupo), pero también otros productos como pellets (porciones de pasta de harinas que luego reconocidas marcas hinchan o fríen), que por su pequeño tamaño, constituyen la base de la exportación de la compañía. Sus clientes son grandes multinacionales de alimentación (para quienes estos productos no son su core business), marca blanca para distribución, y además el grupo tiene su propia marca, Zanuy, para los productos étnicos (nachos y tortillas tex-mex).
En el 2016 Liven alcanzará una facturación de 75 millones de euros, asegura Montagut, con un crecimiento anual del 12%. El 60% de las ventas corresponden a exportaciones. La plantilla del grupo suma 266 personas (230 en Berga, además de en las oficinas en Sant Cugat, almacén en Toledo, y la planta en Huesca). Liven nació en 1991 por el impulso de varias familias, y se instaló en el Berguedà gracias a las ayudas por la reconversión del carbón, explica Montagut.
La compañía prevé seguir innovando. “Hace un año y medio empezamos a hacer arroz, maíz o trigo popeado (tratamiento de temperatura y presión que expansiona el cereal sin freír) y ahora hacemos pruebas para la expansión de
pellets con aire caliente”, explica Montagut. “En el 2016 hemos iniciado 77 proyectos, y 11 han llegado al mercado”.
“Para el 2017, esperamos llegar a 80 millones de ventas. Y en diez años nos hemos propuesto doblar el negocio. Pero entonces necesitaremos invertir en nuevas instalaciones”, dice Montagut. A lo largo del 2017 decidirán la ubicación, “probablemente tendría sentido fuera de Europa”.
En los últimos cinco años, Liven ha realizado inversiones por 15 millones de euros, con un claro enfoque medioambiental. “Queremos que en el 2020 el 70% de nuestra energía consumida sea limpia”. Desde el 2015 funciona en su planta “una de las mayores calderas industriales de biomasa de Catalunya”, y está a punto de poner en marcha una instalación de 6.000 m2 de placas fotovoltaicas; en conjunto, una inversión de tres millones.
La empresa familiar, creada en 1991, factura este año 75 millones de euros, el 60% en el exterior