La abstención de EE.UU. permite una condena a Israel en la ONU
El Consejo de Seguridad exige el fin “inmediato” de los asentamientos ilegales
Estados Unidos permitió ayer al Consejo de Seguridad de la ONU aprobar una resolución que exige a Israel el fin “inmediato y completo” de los asentamientos ilegales en Cisjordania y Jerusalén Este. Catorce de los quince países que integran el Consejo votaron a favor, mientras que EE.UU. se abstuvo, rompiendo con su política de apoyo incondicional a Israel. EE.UU. tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad, como Rusia, Francia, Gran Bretaña y China.
La resolución, presentada por Nueva Zelanda, Malasia, Venezuela y Senegal, es la primera que adopta el Consejo sobre el conflicto israelo-palestino en ocho años. Egipto había presentado la resolución un día antes, aunque acabó retirándola ante las intensas presiones de Israel y del presidente electo de EE.UU., Donald Trump. Al parecer el presidente egipcio, Abdul Fatah al Sisi, lo decidió tras mantener una conversación telefónica con Trump.
El primer ministro israelí, Beaniamin Netanyahu, reaccionó duramente al acuerdo del Consejo mediante un comunicado en el que subrayó que no acatará la resolución. “La Administración Obama –señaló– no sólo no ha protegido a Israel contra esta conspiración en la ONU, sino que se ha confabulado con ellos entre bastidores. Israel anhela trabajar con el presidente electo Trump y con todos nuestros amigos en el Congreso, republicanos y demócratas, para invalidar los efectos dañinos de esta resolución absurda”.
En la misma línea, el ministro de Energía israelí, Yuval Steinitz, subrayó que “esto no es una resolución contra los asentamientos, es una resolución contra Israel, contra el pueblo judío y contra el Estado de los judíos. Esta noche Estados Unidos sencillamente ha abandonado a su único amigo en Oriente Medio” .
Los palestinos, por su parte, saludaron la resolución como una victoria. “Es un fuerte revés para la política israelí, una unánime condena internacional de los asentamientos y un fuerte apoyo para la solución de dos estados”, dijo en un comunicado Nabil Abu Rdainah, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abas.
El asunto de los asentamientos es uno de los más polémicos en el conflicto entre israelíes y palestinos, que lo consideran un obstáculo clave para la paz. Cerca de medio millón de judíos viven en unos 140 asentamientos construidos desde la ocupación israelí, en 1967, de Cisjordania y Jerusalén Oriental. Los asentamientos son considerados ilegales bajo la ley internacional, aunque Israel lo rechaza.
Durante el día de ayer, Israel y Donald Trump habían presionado intensamente a la Administración Obama para que vetara la resolución. También lo intentaron varios senadores demócratas y republicanos. Una vez aprobado el documento, el presidente electo tuiteó: “En lo que se refiere a la ONU, las cosas serán distintas después del 20 de enero”, día en el que Trump asumirá la presidencia de Estados Unidos.
Una fuente del Gobierno israelí declaró ayer que “el presidente
HENRIQUE CYMERMAN BENARROCH Netanyahu critica duramente a Obama y subraya que “Israel anhela trabajar con Trump”
Obama y el secretario de Estado John Kerry abandonan a Israel y rompen así décadas de política norteamericana de defensa favorable en las naciones Unidas”. Y añadió la misma fuente: “El presidente Obama pretende imponer a Trump su política antes que éste pueda tener influencia. El presidente saliente sabe que la política de EE.UU. va a cambiar, y pretende imponerle hechos consumados en la ONU. Esta decisión será un estímulo para el terror y el boicot”.
En las últimas semanas, han sido varias las personalidades israelíes enviadas a Washington por Netanyahu, para descongelar las relaciones entre los dos países, que en los últimos años, coincidiendo con la presidencia de Barack Obama, han sido distantes.
La embajadora de EE.UU. en la ONU, Samantha Powers, explicó la abstención de su país subrayando que “el problema de los asentamientos se ha agravado de tal manera que amenaza la solución de dos estados”. Powers criticó a Netanyahu por su apoyo a la expansión de los asentamientos y su doble lenguaje al defender igualmente la solución de dos estados.