Las ayudas a la factura de la luz serán en función de la renta
Los consumidores eléctricos vulnerables tendrán “intensidades de ayudas diferentes” en función de su renta y que no se podrá cortar la luz en los casos más graves, según explicó ayer el titular de Energía, Álvaro Nadal. El desarrollo del real decreto ley aprobado ayer que fija el nuevo modelo de financiación del bono social definirá de forma más clara al consumidor vulnerable y mejorará su protección, dijo el titular de Energía tras la celebración del Consejo de Ministros.
Con estos cambios quedarán al menos cuatro tipos de consumidores: el ordinario, dos categorías de consumidores vulnerables con varios niveles de descuentos en la tarifa y otro más grave, atendido por los servicios sociales, al que no se le podrá cortar la luz. En este último caso, el coste de los impagos para evitar esos cortes será cofinanciado por las eléctricas a través del bono social. Hasta ahora, este coste sólo lo cubrían las comunidades autónomas y ayuntamientos.
Se ampliará de dos a cuatro meses el periodo de preaviso en estos casos y las eléctricas tendrán
Las eléctricas cofinanciarán el coste de los impagos de la población vulnerable con el bono social
obligación de comunicar la situación de impago a los consumidores y contactar con los servicios sociales para ver si es extremadamente vulnerable.
Estos cambios se desarrollarán en distintas normativas en tres meses. Nadal subrayó que hay una mayor conciencia de las empresas eléctricas y que espera “generosidad” de todas las partes para que se haga de la forma más rápida posible. De forma inmediata, la normativa aprobada arregla la financiación del bono social, que pasarán a costear todas las comercializadoras y no sólo las que tiene además actividades de producción y distribución como ocurría hasta ahora.
El coste de esta herramienta –unos 200 millones de euros al año–se repartirá entre un mayor número de empresas aunque la mayor parte seguirá cayendo en las tres grandes –Endesa, Iberdrola y Gas Natural– por sus cuotas de mercado. El bono social es actualmente un descuento del 25% en la factura final de electricidad al que están acogidos 2,4 millones de hogares acogidos por distintos supuestos: familias con todos sus miembros en situación de desempleo, perceptores de pensiones mínimas, familias numerosas y a los consumidores con potencia contratada inferior a 3 kilovatios.