Una granadina en la élite del rugby mundial
INGENIERA EN TELECOMUNICACIONES, HA SIDO DESIGNADA POR LA FEDERACIÓN COMO LA MEJOR ÁRBITRO DEL MUNDO
El deporte, precisamente, no es una actividad que escasee en nuestro país. Son millones los adeptos que se suman año tras año a deportes de masas como el futbol, el baloncesto, el tenis o el balonmano. También, los que se animan a seguirlos a través de la televisión. Es extraño, entonces, que una de las disciplinas más reconocidas a nivel mundial no tenga demasiada repercusión en nuestra sociedad. Este no es otro que el rugby, el deporte oval en el cual está triunfando Alhambra Nievas, que es, a sus 33 años, la mejor árbitro del mundo de rugby.
El “bicho raro”, tal y como se define la granadina afincada en Málaga, fue designada por la World Rugby como mejor árbitro el pasado noviembre, compartiendo el logro junto al sudafricano Rasta Rasivhenge. De esta forma, se quitó la espina que le quedó clavada el año pasado cuando se quedó a las puertas de conseguirlo. Para llegar a esta meta, Nievas ha tenido que trabajar duro y tomar decisiones un tanto complicadas, como dedicarse al arbitraje teniendo en su haber la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones, especialidad que, probablemente, le depararía una situación económica más estable.
Su pasión y dedicación deportiva no fue algo que surgiera de la noche a la mañana sino que se fue gestando desde que era muy pequeña, cuando practicaba multitud de deportes. “Soy una fanática del deporte, me encanta practicarlo y verlo. Siempre he seguido con muchísima ilusión los Juegos Olímpicos desde que era pequeña”, reconoce abiertamente.
A pesar de su reconocimiento como árbitro, la granadina comenzó en el mundo del rugby como jugadora participando durante once temporadas e incluso siendo internacional con España en tres de ellas. “Comencé con el rugby en el segundo año de carrera de Ingeniería en la Universidad de Málaga, a los 18 años. A partir de ese momento me comenzó a gustar y sentir que me quería dedicar a ello”. No obstante, su infinita pasión y dedicación por el deporte provocaron que, casi por casualidad, comenzara su andadura como asistente de rugby. “De forma inesperada, ayudando a una amiga que lo necesitaba. Solo quería echarle una mano”, explica Nievas.
El año 2013 fue una fecha importante para ella, dado que decidió dedicarse exclusivamente al arbitraje y abandonar su tarea como jugadora. La verdad es que su decisión no fue errónea, ya que tan sólo un año más tarde participó como asistente en el Mundial del 2014, siendo el primer año que el rugby femenino contaba con la totalidad de mujeres árbitro. Los Juegos Olímpicos, aquella competición de la que tanto disfrutaba Nievas en su niñez, fue su siguiente gran objetivo, arbitrando la final de Rugby 7 de los Juegos del 2016 entre Australia y Nueva Zelanda.
A pesar de sus numerosos éxitos, Nievas ha tenido algunos percances a lo largo de su andadura en el rugby. “En ocasiones he tenido problemas por ser mujer, pero han sido momentos puntuales. He escuchado expresiones como ‘Quédate en la cocina’, pero la verdad es que lo he llevado bien”, explica. Se siente “muy respetada como mujer y como árbitro” y no considera que haya que darle más importancia a estos conflictos, dado que define su situación actual en el rugby como “una gran familia”.
Si bien es una mujer joven, ya piensa en su futuro y afirma que le “gustaría continuar dedicándose al rugby durante mucho más tiempo”. No le importaría que no fuera como árbitro o como jugadora, lo único que pretende es no desvincularse del deporte oval y actuar en la dirección o en cualquier ámbito siempre que esté relacionado con el rugby. Tal y como comenta, no tiene la intención de dejar el silbato para dedicarse a otra profesión, aunque sabe que el hecho de ser ingeniera de telecomunicaciones le proporciona “una especie de colchón y seguridad por si las cosas salieran mal”.
Los últimos meses de la granadina han sido increíbles porque ha logrado cosas que nunca antes una mujer había conseguido en el mundo del rugby. Además de proclamarse mejor árbitro del mundo, también se convirtió, el pasado noviembre, en la primera mujer en dirigir un test match entre Tonga y EE.UU.; un encuentro masculino a nivel internacional. Los premios y logros han llegado a un ritmo frenético a la vida de Alhambra Nievas y espera que esto sirva para que “mucha más gente se anime a practicar rugby en España”.
Totalmente lanzada en su deporte es fácil que Nievas consiga muchísimos más éxitos. Quizás, uno de los futuros objetivos de la granadina no es otro que ser madre dado el interés que ha mostrado durante los últimos meses y probablemente lo único que podría frenarla, al menos, un tiempo.