El fin de las tinieblas
El bosque de Sambisa, en el norte de Nigeria, era el último reducto que le quedaba al grupo armado Boko Haram, que ahora “no tiene donde esconderse”, afirma el presidente del país, Mahamadu Bujari.
El bosque de Sambisa, en el norte de Nigeria, era el último reducto que le quedaba al grupo armado Boko Haram, que ahora “no tiene donde esconderse”. Al anunciar que este refugio había caído en poder del ejército, el presidente nigeriano, Mahamadu Bujari, se apuntó el sábado su mayor victoria contra este grupo yihadista vinculado al Estado Islámico.
La paz, sin embargo, está lejos de alcanzarse. Al tiempo que Bujari cantaba victoria, Boko Haram atacaba un base militar en la zona donde dejó a muchos muertos.
Los milicianos yihadistas reúnen fuerzas más al sur, en los estados de Tabara y Buche, en el centro de Nigeria, donde sacan partido del ancestral enfrentamiento entre los granjeros cristianos, que son sedentarios, y los ganaderos musulmanes, que son nómadas.
Esto quiere decir que los atentados suicidas, los ataques contra pueblos indefensos y también contra remotas bases militares van a continuar.
El triunfo en el bosque de Sambisa, a pesar de todo, es un paso importante para el ejército nigeriano, que lleva siete años luchando contra la insurgencia. Fue en esta amplia reserva forestal donde en abril del 2014 Boko Haram secuestró a 276 niñas en un colegio. De aquel grupo, 197 siguen en paradero desconocido. Las que han logrado huir señalan que muchas han muerto de hambre o enfermedades.
En su momento de máxima expansión, a mediados del 2015, Boko Haram controlaba una zona en el norte de Nigeria tan grande como Bruselas. Poco a poco, sin embargo, ha ido perdiendo terreno, aunque siempre ha encontrado la forma de preservar su capacidad para seguir atentando.
Más de 20.000 personas han perdido la vida a manos de los yihadistas y 2,3 millones se han visto obligadas a dejar sus hogares. La ONU afirma que hay 5,1 millones de personas en riesgo de muerte por falta de alimentos en zona de dominio rebelde.
El objetivo de Boko Haram es establecer un Estado islámico, centrado en la charia y la interpretación más estricta y literal del Corán.
El ejército nigeriano lidera una lucha a la que también se han apuntado las fuerzas armadas de los países vecinos: Chad, Camerún y Níger.
El avance militar no impide que la milicia yihadista ataque posiciones del ejército en la misma región