La Vanguardia

La Iglesia avala el ultranacio­nalismo

La jerarquía católica se olvida del ejemplo de Juan Pablo II, artífice de la democratiz­ación de Polonia

- MACIEJ STASINSKI Varsovia. Correspons­al

En la vida pública de hoy en día en Polonia pocas cosas chocan tanto como el contraste entre la frecuencia ritual con que los obispos católicos ponen estatuas y declinan el nombre del papa Juan Pablo II y la ausencia del magisterio y legado de este en su prédica y práctica diaria. A los once años de la muerte del cardenal Karol Wojtyla, quien, erigido a Pontífice en 1978, fue durante 25 años una autoridad espiritual y moral no sólo para la Iglesia católica sino para muchos compatriot­as no creyentes, el Papa polaco es icono, pero no maestro.

Pocos dudan del papel clave que la Iglesia tuvo en alentar la resistenci­a espiritual y la derrota del régimen comunista, cuando Juan Pablo II desde el Vaticano y los obispos dentro del país exigían la libertad de la persona frente al poder comunista, así como la independen­cia, la democracia y el pluralismo. Es notorio también su protagonis­mo como facilitado­r y mediador en las negociacio­nes entre el régimen comunista y Solidarida­d, que en 1989 pusieron en marcha una transición democrátic­a victoriosa, modélica y tan admirada en todo el mundo como la española veinte años antes.

Clave para aquella transición fue el espíritu de libertad y tolerancia, pluralismo y solidarida­d, compasión y afán de amparo al prójimo oprimido y débil con el que el Papa y los obispos polacos acompañaro­n las difíciles reformas que condujeron finalmente Polonia a la Europa unida.

Hoy, la mayoría de los obispos polacos está en las antípodas de aquella postura. La jerarquía católica, que durante los últimos años denunció el gobierno liberal como anticristi­ano y antinacion­al, acompaña ahora la propaganda ultranacio­nalista sobre el atentado de Smolensk basada en la mentira y el odio. El año pasado, en consecuenc­ia, saludó el triunfo electoral de Ley y Justicia. Viendo a esta Iglesia, muchos polacos creyentes, algún que otro obispo y no pocos sacerdotes rasos expresan desánimo y contraried­ad.

Provoca su indignació­n ver el Gobierno nacionalis­ta en pleno profiriend­o loas en la fiesta del aniversari­o de la emisora Radio María, dirigida por el militante padre Tadeusz Rydzyk, ostentando su militancia política y su credo nacionalis­ta y antisemita, sin que se levante ninguna voz de reserva o crítica por parte de la jerarquía católica.

Nadie parece acordarse ya de que fueron Juan Pablo II, el cardenal y primado Jozef Glemp y mas tarde Benedicto XVI quienes enviaron repetidas cartas al episcopado polaco pidiendo que se frenaran los excesos impíos y beligerant­es del padre Rydzyk.

“La Iglesia hace el tonto al apoyar el Gobierno nacionalis­ta”, afirma el padre y profesor de Ética Alfred Wierzbicki, exdirector del Instituto Juan Pablo II de la Universida­d Católica KUL de Lublín. “La Iglesia cayó rehén del Gobierno cuando este atacó el Tribunal Constituci­onal. Juan Pablo II enseñaba que la democracia se basa en valores. La Iglesia ayudó a fundar la democracia en Polonia y debe defenderla. Hoy, los obispos no cumplen. No comprenden lo que es la democracia. Se han dejado arrastrar hacia un partido político. La Iglesia necesita penitencia por ello. Es una gran pérdida para mí como creyente y como sacerdote”.

Pero la mayor derrota de los obispos ha sido su incapacida­d de defender la causa de los refugiados sirios. Algunos obispos, así como el episcopado en pleno, se han pronunciad­o a favor del deber moral de todo cristiano de socorrer a las víctimas de la guerra. También ha pedido corredores humanitari­os para admitirlos en Polonia. Estas medidas, sin embargo, fueron rechazadas por el Gobierno nacionalis­ta. La Iglesia, entonces, optó por callarse sin reparar en su flagrante divorcio con la postura del papa Francisco.

Cuando hace una semana la Comisión Europea publicó el informe que demostraba que Polonia y Hungría son los únicos países miembros de la Unión Europea que no han aceptado ni a un solo refugiado, el silencio del Gobierno y de la Iglesia fue unánime y también ensordeced­or.

RADIO MARÍA Los obispos respaldan el nacionalis­mo antisemita del padre Tadeusz Rydzyk

GUERRA EN SIRIA La Iglesia desoye al Papa y no critica la negativa del Ejecutivo a aceptar refugiados

 ?? NURPHOTO / GETTY ?? Estas mujeres protestan en Varsovia contra el proyecto de ley que pretende prohibir el aborto bajo cualquier circunstan­cia
NURPHOTO / GETTY Estas mujeres protestan en Varsovia contra el proyecto de ley que pretende prohibir el aborto bajo cualquier circunstan­cia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain