El Govern no renuncia a la consulta unilateral si no hay pacto con el Estado
La CUP se fija un tope de “dos o tres meses” para dar por cerrada la vía del acuerdo
Después de que en la reunión de constitución del Pacte Nacional pel Referèndum celebrada el viernes en el Parlament el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, eludiera referirse públicamente a la vía unilateral y apostara por una consulta acordada con el Estado para conseguir sumar a los comunes al consenso, el Govern se ha visto obligado a aclarar que no se trata de ninguna renuncia y que, sea como sea, se llevará a cabo, tal como está previsto, el 2017. “Estamos en el escenario de que el 2017 habrá referéndum o referéndum, nadie ha dicho lo contrario”, precisó ayer el conseller de Afers Exteriors, Relacions Institucionals i Transparència, Raül Romeva.
El miembro del Govern intentaba de esta manera salir al paso de la imagen que había quedado de la cumbre de que el independentismo había dado algunos pasos atrás con una rebaja de planteamientos para favorecer la foto de unidad con las confluencias de izquierdas que lidera la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Raül Romeva, en este sentido, dejó claro que, por mucho que ahora la consigna sea centrarse en el referéndum pactado como “opción preferible” de la mayoría, aunque “otra cosa es que alguien considere que es más o menos factible”, el Govern “no ha renunciado” a convocar una consulta sin aval del Estado en caso de que “no se pueda hacer de manera acordada”. “La posibilidad del pacto con el Estado está vigente, pero ello no quiere decir que no estemos trabajando también en el escenario en que el acuerdo no sea posible”, subrayó en declaraciones a RAC1, con la voluntad de calmar los ánimos y zanjar las diferencias que parecían haberse abierto dentro del bloque independentista con el desenlace de la reunión del viernes. Una tesis que en nombre de Junts pel Sí compartió Jordi Turull, para quien la oferta de pacto “es la última oportunidad”, según manifestó en su caso a Catalunya Ràdio.
La vigencia de la hoja de ruta pactada precisamente entre Junts pel Sí y la CUP que prevé la celebración de un referéndum sobre la independencia de Catalunya, como muy tarde, en la segunda quincena de septiembre del 2017 la reafirmó también la dirigente de la formación de la izquierda anticapitalista Anna Gabriel, para quien la decisión de buscar adhesiones en España y Europa para poder llevar a cabo una consulta pactada “no debe servir como excusa para dilatar” la fecha de la cita. Es más, Anna Gabriel consideró que si el Gobierno español se niega a negociar la convocatoria del referéndum, “en dos o tres meses” las fuerzas soberanistas deben dar por cerrada la vía pactada y preparar la unilateral. “Es muy probable que en breve haya una negativa formal del Estado, y si tenemos como fecha máxima el mes de septiembre,
COMPROMISO Romeva niega pasos atrás y aclara que “el 2017 habrá referéndum o referéndum” HOJA DE RUTA Gabriel advierte que el consenso soberanista “no es excusa para dilatar” el calendario
no es difícil pensar que en dos o tres meses debe poder cerrarse esta primera etapa y poner en marcha el engranaje de la convocatoria del referéndum” unilateral, recalcó en declaraciones también a RAC1.
A diferencia del Govern, pues, la CUP pone fecha de caducidad a la posibilidad de pacto con el Estado. Pero en lo que sí coinciden los dos es en reclamar a los comunes que, si finalmente el aval del Estado no es posible, se alineen con los independentistas en la convocatoria de una consulta unilateral. Un escenario, sin embargo, que al menos de momento no entra en los cálculos de las confluencias de izquierdas. Y así se ha encargado de matizarlo Joan Coscubiela, portavoz de Catalunya Sí que es Pot en el Parlament, que después de participar en la cumbre del viernes ha explicado que su formación ya ha trasladado al presidente de la Generalitat la advertencia de que “si el Govern instrumentaliza políticamente el Pacte Nacional pel Referèndum, tomaremos decisiones”. “Esperamos que esta apuesta clara por un referéndum pactado no sea una pose para pasar rápidamente a otra pantalla”, ha enfatizado Joan Coscubiela en declaraciones a la agencia Efe, en referencia a la posibilidad de que la consulta acordada sea rápidamente sustituida por la unilateral. “Este nuevo pacto debe estar al servicio del referéndum y no de las necesidades del Govern de Junts pel Sí”, ha remarcado. La propia alcaldesa de Barcelona profundizaba, en esta línea, que el acuerdo del encuentro en el Parlament se “desmarca claramente” de la hoja de ruta del gabinete de Carles Puigdemont y recordaba que, por tanto, “en este espacio no se han planteado todavía ni plazos ni fechas, no hay calendario”.
Los partidos contrarios al referéndum, mientras tanto, mantienen igualmente sus posiciones y no dan valor al consenso del bloque soberanista en torno a una consulta pactada. Es el caso de C’s, que, además de criticar la presencia de Ada Colau en la reunión, entiende que el resultado es “volver a vender la misma moto” que el 2012, es decir la celebración de otro 9-N y de unas nuevas elecciones plebiscitarias, en palabras de Carlos Carrizosa. Y también el del PP, en nombre del cual Alejandro Fernández insistió en la imposibilidad de llevar a cabo un referéndum de autodeterminación en Catalunya con el argumento de que la Constitución lo impide.
OTRA ESTRATEGIA Colau insiste en que no existen “ni plazos ni fechas” sobre la cita del referéndum OPOSICIÓN C’s denuncia que el soberanismo “vuelve a vender la misma moto” que en el 2012