Con ganas de comerse el mundo
Albert Martínez y Ànnia Pons tienen 22 años y son de Girona. A él le faltan dos años para acabar sus estudios de Economía y a ella sólo el trabajo de final de carrera para licenciarse en Derecho. A pesar de todo, ambos han decidido dejarlo todo para dar la vuelta el mundo como mochileros, aunque se han autoprometido que resistirán la tentación de no regresar y acabarán sus estudios.
“Podría haber terminado el trabajo de final de carrera y empezar a buscar trabajo, pero el mundo del Derecho es muy amplio y el mercado laboral está fastidiado. Empecé a sentir el pánico de no saber qué camino tomar. Así que cuando Albert me propuso esta aventura no lo dudé”, explica Ànnia. Por su parte, Albert reconoce que tenía una vida cómoda en Girona, pero le pudieron las ganas de viajar: “Me dí cuenta de que casi no había viajado y tenía ganas de vivir un año de otra forma”.
Hablan con La Vanguardia desde Puno (Perú) desde donde acaban de llegar procedentes de Bolivia. Antes han estado en Argentina y Chile. Les esperan Estados Unidos y todo el Sudeste asiático. El primer reto y el primer cambio al que se enfrentaron antes de emprender camino fue ahorrar los 18.000 euros con los que esperan poder completar el viaje. Lo hicieron con los mismos trabajos con los que la mayoría de la
“Cuando se viaja como nosotros no hay que perder la calma, hay que ser creativo y encontrar soluciones”
gente de su edad paga sus gastos: clases particulares y canguros.
Ànnia cree que la experiencia les servirá para espabilar. “Cuando se viaja como nosotros no hay que perder la calma, hay que ser creativo y encontrar soluciones”, dice. Sobre Albert, dice que está descubriendo que es “una persona mucho más positiva” de lo que ella pensaba. A él le preocupaba si podría dormir sin su almohada. Reto superado. Duerme sin problemas. Del viaje opina que lo mejor es que “te sacas muchos prejuicios de encima”. Él también ha descubierto algo sobre Ànnia. “En Girona le costaba tomar decisiones, pero ahora no”, concluye.
Ànnia i Albert escriben un blog, mejantnoselmon.cat, y antes de partir llegaron a acuerdos con escuelas de Girona para que los alumnos de primero de ESO estudien Geografía con lo que ellos cuentan en él.