Viajar para alejarse de las normas
Sergi Ferrer ha acabado sus estudios de Periodismo y Patricia Camps los de Administración y dirección de empresas. Él tiene 25 años y ella 22, y son de Barcelona. Sergi trabajaba desde muy joven dando clases de artes marciales. Era algo más que un mileurista, y quiso trasladarse de vivir en Castelldefels a Barcelona para estar más cerca de la academia en la que trabajaba. Cuando buscaba piso, se dio cuenta de que iba a destinar más de tres cuartas partes de su sueldo para pagarlo. “Eso y la sensación de que estaba a punto de dejarme atrapar por lo que se dice el sistema, me sumió en una crisis existencial”, cuenta Sergi desde Elad (Israel).
Él y Patricia sólo llevaban seis meses juntos, pero Sergi le propuso hacer “la locura de dar la vuelta al mundo”. Ambos tienen claro que una de las motivaciones de su viaje es “no hacer lo que la sociedad espera” de ellos. A ella, le faltó tiempo y esa misma tarde se presentaba en casa de Sergi con una guía de viajes. Han estado ahorrando dos años y esperan estar fuera un año y medio, dando la vuelta al mundo de este a oeste. Si pueden lo alargaran . Todo depende de hasta donde les alcance el dinero. “Hemos calculado 1.000 euros por mes y por país”, explican, y por eso en su ruta han incluido “un 70% de países baratos y un 30% de países caros. Es la manera de poder “La sensación de que estaba a punto de dejarme atrapar por el sistema me sumió en una crisis existencial” ir a las Maldivas, por ejemplo”. También publican un blog, quefillsderuta.com, en el que hay un contador de peleas, que de momento está a cero (“las que tenemos jugando a cartas no cuentan”). Afirman que el viaje les ha unido y que están “aprendiendo a respetar el punto de vista y el espacio del otro”.
Están seguros de que volverán con muchas más habilidades y experiencia de las que tenían cuando se fueron, y sobre todo habiendo experimentado suficientes cosas como para saber qué es lo que quieren hacer cuando vuelvan. Una de ellas, quizás convertirse en nómadas digitales y hacer del viajar una profesión. “Yo soy más familiar, pero a Patricia le gustaría vivir una temporada en el extranjero”, dice Sergi. Se declaran cada vez más abiertos “al choque cultural” y encantados de “poder entender culturas diferentes y hacerlo en directo”.