El bolero del entendimiento
Para ilustrar el anuncio, se confía en el poder de sugestión del ‘Algo contigo’ interpretado por Andrés Calamaro
El anuncio de Campofrio explora las diferencias individuales para desembocar en una conclusión de concordia colectiva. Como en campañas anteriores de la misma marca, las buenas intenciones son el pretexto para proponer un brindis que toca la fibra en tiempos de blandura navideña. Para darle credibilidad a la propuesta, se escogen parejas formadas por representantes de pasiones políticas, deportivas, religiosas o dietéticas antagónicas (incluidas las relacionadas con el independentismo) y se los utiliza para escenificar la simplificación de un mundo que, por suerte, respeta las diferencias y propone una moraleja más emocional que racional: “Hoy más que nunca, comamos del mismo plato”. Para ilustrar el anuncio, se confía en el poder de sugestión de la versión de Algo contigo interpretada por Calamaro.
ESCRITORES Y EL PROCESO. La novelista Nuria (sin acento) Amat ha pasado por 8 al día (8tv) para presentar su último libro,
El sanatorio. ¿El argumento? Una reflexión sobre una sociedad enajenada y manipulada inspirada en una especie de Catalunya populista con tics totalitarios, pero que, teniendo en cuenta la ambición metafórica del texto, también aspira a ser el Reino Unido del Brexit o la América de Donald Trump. “El proceso me ha hecho perder amigos”, le cuenta Amat a Josep Cuní (lo cual debe significar que no todo el mundo ha sabido aplicar los principios de la doctrina Campofrio). Unas horas antes, en Els matins de TV3, Eduardo Mendoza ha explicado que no es verdad que esté viviendo en Londres para huir del proceso, sino que pertenece a la categoría humana de los nómadas. ¿Que cómo ve el proceso? Desde más lejos, precisa con una ironía categórica. Y retomando el núcleo más interesante de la entrevista, cuenta que se ha dejado crecer la barba, de entrada por curiosidad y luego porque le hace mucha compañía. “De vez en cuando me levanto, me miro al espejo y compruebo si ha crecido o no”. La barba, pues, es un animal de compañía.
EMPAREJADOS. El programa First dates (Cuatro) explota una incertidumbre ancestral: averiguar si dos personas con expectativas de encontrar el amor se entenderán a la primera. Después, el equipo de producción multiplica las posibilidades de química inmediata y crea mecanismos de inducción para fomentar la compenetración o el rechazo. A veces todo parece demasiado preparado pero, en general, los candidatos siempre aportan su parte de extravagancia. Y para diversificar los estímulos de un formato diario, los responsables del invento encuentran soluciones creativas y recreativas con la aportación de famosos o ediciones monotemáticas. En esta línea, quizás sería interesante explotar la posibilidades de un día especial de citas que fracasan no por falta de química sino porque uno de los convocados no comparece. Me gustaría ver a hombres y mujeres decepcionados, abandonados, impacientes, sentados en la mesa del restaurante y ahogando sus penas en alcohol o vaciando platos con furor bulímico hasta convertirse en la encarnación televisiva, desconsolada, desvalida y actualizada de los personajes de aquellos cuadros de Edward Hopper.