Cambios contestados
Hinchas colchoneros cuestionan el cambio en el escudo y el nombre del estadio
La división social ha vuelto al Atlético de Madrid con dos de las decisiones más controvertidas que ha tomado recientemente el club rojiblanco: la denominación Wanda-Metropolitano para el nuevo estadio de La Peineta, en el que jugará a partir de la próxima temporada, y la modificación en el diseño del escudo.
La división social ha vuelto al Atlético de Madrid con dos de las decisiones más controvertidas que ha tomado recientemente el club rojiblanco: la denominación WandaMetropolitano para el nuevo estadio de La Peineta, en el que jugará a partir de la próxima temporada, y la modificación en el diseño del escudo. En los dos últimos partidos disputados en el Vicente Calderón: ante el Las Palmas en la Liga el pasado día 17 y el martes día 20 frente al Guijuelo en la Copa del Rey hubo un grupo de peñas que organizó una recogida de firmas contra tales medidas. Desde el fondo donde se sitúan los ultras hubo cánticos que el resto del estadio coreó con moderación: “El escudo no se toca”. Por ahora no parece que la conflictividad vaya a pasar a mayores.
Tampoco nadie ha destacado la conveniencia de revisar el himno del club, que data de los setenta, y que contiene una segunda estrofa que quedaría desfasada: “Yo me voy al Manzanares, al estadio Vicente Calderón, donde acuden a millares, los que gustan de un fútbol de emoción”.
El malestar de los aficionados coincide con un cierto desencanto con la marcha del equipo en la Liga. En esta quinta temporada del Cholo Simeone al frente del banquillo, el Atlético presenta sus peores números: sexto, con 28 puntos, a nueve de un Real Madrid líder con un partido menos. En contraste con la competición doméstica, la Champions sólo le ha dado alegrías: primeros en un grupo donde estaba uno de los cocos, el Bayern, y emparejado en octavos con uno de los rivales más asequibles entre los que quedaban: el Bayer Leverkusen.
La reacción de la masa social no ha pasado inadvertida para los dirigentes del club. Enrique Cerezo, el presidente, en el tradicional almuerzo navideño con los medios de comunicación, celebrado el lunes día 19, quiso salir al paso de las críticas: “La modificación o evolución en el escudo es prácticamente mínima. Creo que tenemos que estar tranquilos. Se ha hecho con corazón y con la ilusión de dar al Atlético más fuerza, con la voluntad de que sea conocido en todo el mundo. Creo que hemos respetado al cien por cien el sentimiento de todos los atléticos”. Y apostilló: “Si nos fijamos en la evolución del escudo, de 1947 a 1999 es mucho más grande que la de ahora”.
En cuanto a la denominación del futuro estadio, Cerezo explicó que llamar al campo Wanda-Metropolitano tiene un sentido claro: “Unimos un nombre comercial a un nombre mítico”. El antiguo Metropolitano fue el hogar del club rojiblanco entre 1923 y 1966, cuando se estrenó el Calderón. “Hemos querido tener un apellido, pero no uno cualquiera, sino uno imbricado en la historia del club”, señaló.
Wanda posee desde la temporada pasada el 20% de las acciones del club gracias a una ampliación de capital de 45 millones. El acuerdo fue presentado en Pekín el 21 de enero del 2015 con la firma entre Enrique Cerezo, Miguel Ángel Gil, el máximo accionista y consejero delegado, y el magnate chino Wang Jianlin, uno de los hombres más ricos del gigante asiático.
Más allá de estas polémicas, el Atlético sigue esgrimiendo una fortaleza notable. El club está a punto de alcanzar los 100.000 socios (empezó la temporada con 92.000) y 35.000 de los abonados del Calderón han reservado ya asiento en el nuevo estadio, que tendrá un aforo de 68.000 espectadores (por 54.900 del Calderón). Las obras avanzan a buen ritmo. José Manuel Calvo, delegado del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible, del equipo de Ahora Madrid que gobierna el Consistorio, confirmó este mes que “todo indica que el nuevo estadio estará a tiempo para comenzar la próxima temporada, pero las infraestructuras viarias para llegar a él con comodidad tardarán varios años en completarse”.
Cerezo asegura que el escudo es casi el mismo y el nombre está en la tradición del club