Isabel II sigue de baja médica por un fuerte resfriado
La reina no asiste a la misa de Navidad por un fuerte resfriado, según Buckingham
Un catarro a los 90 años no es un asunto menor y menos si el paciente es la reina de Inglaterra. Isabel II no pudo asistir finalmente el domingo a la misa de Navidad con el resto de la familia real debido a que continúa recuperándose del “fuerte resfriado” que según informó un portavoz del palacio de Buckingham sufre desde hace unos días y que ya le hizo retrasar el inicio de la estancia navideña en su finca de Sandringham, en el condado de Norfolk (este de Inglaterra).
La reina pasa siempre las fiestas de Navidad en esta residencia y el miércoles tenía previsto viajar allí en tren junto al duque de Edimburgo, de 95 años, pero por motivos de salud se optó por posponer el viaje un día y el trayecto se cubrió en helicóptero. El domingo, el marido de la reina asistió a la liturgia religiosa junto al príncipe Carlos de Gales y su esposa, Camila, y el príncipe Enrique, además de otros miembros de la familia real británica. Isabel II se quedó en casa para ayudar a la recuperación de su salud, aunque según su portavoz tenía previsto participar de puertas adentro en las celebraciones navideñas privadas junto a su familia.
Este año tampoco estaban en Sandringham los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, y sus hijos Jorge y Carlota, que pasaron la jornada con la familia Middleton en Bucklebury, Berkshire, donde también asistieron a la misa de Navidad.
La reina fue la gran ausente en la celebración religiosa, pero por la tarde su mensaje televisado de Navidad, grabado unos días antes y emitido por la BBC y la privada ITV, volvió a ser el programa más visto de la televisión británica, por tercer año consecutivo, atrayendo a 7,7 millones de espectadores. En su alocución a los británicos, Isabel II evitó referencias políticas, pero ayer lunes volvía a circular el tam-tam de que la reina apoya el Brexit. La redactora política de la BBC Laura Kuenssberg reveló en un programa radiofónico que, según una fuente, la reina habría dicho en un almuerzo privado: “No veo por qué no podemos salir. ¿Cuál es el problema?”.
La víspera de Navidad, la familia real recibió la noticia de que Zara Phillips, nieta de la reina Isabel II, había sufrido un aborto involuntario y había perdido el hijo que esperaba para la primavera.
Felipe de Edimburgo, Carlos y Enrique asisten en Sandringham a la liturgia; la soberana se queda en casa