Fragilidad fatal en la estrella del pop
Indiscutible referente musical, Michael protagonizó una tortuosa vida personal
stead, al norte de Londres, cerca de su casa de Highgate, fue detenido por “actos obscenos”. Otra vez, fue hallado dormido en su coche en el centro de Londres bajo el efecto de las drogas. En el verano del 2010 empotró su vehículo en una tienda de fotografía en Hampstead. En el 2011 a punto estuvo de morir a consecuencia de una neumonía: tras ser tratado en un hospital de Viena, compareció públicamente con lágrimas en los ojos en su casa londinense para confesar que era un milagro que siguiera viviendo. Conclusión: sus supuestas idas y venidas a los estudios de grabación se alternaban con las idas y venidas a centros médicos en estos últimos años.
Todo apuntaba a que Michael quería emerger nuevamente, volver a la primera línea de la actualidad musical, regresar a un universo artístico que ayer se tambaleó al conocerse la noticia. El alud de reacciones fue una constante desde primera hora, entre las que destacan las de dos de las personas más cercanas a su figura artística, como su excompañero de Wham!, Andrew Ridgeley, que escribió que tenía el “corazón roto por la pérdida” de su amigo que sería “siempre querido”, y la de Elton John, que en Instagram dejó constancia de su “profundo shock” por la pérdida “del alma más bondadosa y generosa y de un artista brillante”.