La renovación de Luis Enrique
Parece que la única renovación importante en el Barcelona sea la de Messi. Lo es. Y mucho. Pero la de Luis Enrique también es potente. El presidente Bartomeu ya ha hablado con el padre del argentino. No hay prisa, pero hay diálogo. Con el técnico se empezará a partir del mes de abril. Leo aún tiene un par de años de contrato. Luis Enrique acaba ahora.
Renovar al futbolista número uno es sustancial para el club y el equipo. Prorrogar al entrenador lo es también para la entidad y para la plantilla. Sobre el técnico pivotan decisiones de corto, medio y hasta podría decirse que largo plazo, aunque en fútbol eso no exista. El entrenador no es un mero alineador. El Barça, sin embargo, no ha tenido últimamente mucha suerte en la renovación del contrato de los técnicos.
Guardiola lo hacía año a año y necesitaba un empujoncito de los Manel. El Tata decidió que no podía seguir después de ganar 0-4 al Rayo y que le cayera una tormenta de truenos críticos porque había perdido la posesión. Luis Enrique acabó ampliando su contrato poco antes de las elecciones después de ganar un triplete.
Para el club es mejor la estabilidad de un contrato amplio, pero para la plantilla y el propio técnico hay teorías opuestas. Por un lado hay quien piensa que no renovar es una forma de estimular a los jugadores y por otra que crea inseguridad en el grupo. Hay técnicos que prefieren decidir al final de la competición para saber cuál es la actitud de los futbolistas y cómo ha ido el año en el terreno de los títulos, claro.
Luis Enrique es un entrenador respetado en el vestuario y querido por la afición. Siempre ha tenido un punto antimadridista que lo hace más próximo. Ha sido capaz de lidiar con una plantilla de grandes estrellas y superar
Nadie le va a meter prisa, pero para el club es necesario saber con tiempo suficiente si va a seguir o no
junto al presidente el bache tras Anoeta de la primera temporada. Llegó diciendo que era el líder y se ha dado cuenta de que el vestuario está lleno de líderes. Ha conseguido ocho títulos de diez. Es competitivo y sabe cómo llevar al equipo a la lucha de los títulos en buena forma física. Ha sabido dotar al equipo de nuevas herramientas como el contragolpe en el marco básico de un estilo de juego que siempre ha defendido.
La junta de Rosell quería a Luis Enrique o Valverde para sustituir a Tito, pero cuando fueron a por ellos, ya estaban en sus respectivos equipos, Celta y Athletic, comprometidos. Los dos, además, son gente de palabra. Y llegó el Tata. Después pudo venir el entrenador asturiano. Un técnico no se improvisa. Es necesario un tiempo mínimo.
A Luis Enrique, sin embargo, nadie le va a meter prisa. Ser entrenador del Barça es evidente que conlleva un fuerte desgaste. Todos los últimos han tenido problemas con su pelo, o por desaparición o por blanqueado. Pero para el club es necesario saber con tiempo suficiente si va a seguir o no.