Falsedades en las redes
El Gobierno checo teme que Rusia influya en las elecciones legislativas de octubre
El Gobierno de la República Checa pondrá en funcionamiento el año que viene una unidad dedicada exclusivamente a detectar las mentiras que se vierten en internet para condicionar la política.
La República Checa no quiere que sus próximas elecciones legislativas, de las que dependen el futuro Parlamento y Gobierno del país, se vean mediatizadas por falsas noticias esparcidas por internet. El ejemplo de las presidenciales de Estados Unidos, donde no se puede saber si tuvieron una influencia decisiva en el resultado final, ha llevado al Ejecutivo a anunciar que con el nuevo año entrará en funcionamiento una unidad dedicada exclusivamente a detectarlas. Las autoridades checas acusan al presidente ruso, Vladímir Putin, de estar detrás de ello, informaba ayer The
Guardian. Temen que pueda influir en las legislativas de octubre. Veinte especialistas intentarán demostrar que Putin, exdirector del Servicio Federal de Seguridad (organización que sustituyó al KGB) es el responsable de que haya 40 sitios web en checo que intentan hundir el sistema democrático levantado tras la caída del muro de Berlín.
Las autoridades checas llevan tiempo detectando un incremento considerable de noticias falsas. Entre ellas, algunas de carácter extremista especialmente contra los inmigrantes, que circularon por las redes sociales con mayor intensidad en el momento crítico del paso de extranjeros por el país. Coincidieron también con manifestaciones en contra de la UE y la OTAN, los organismos que la ligan al modelo de la democracia occidental.
Ya en el 2014, la página web AE News dejó caer que el presidente, Milos Zeman, había sido víctima de una revuelta al estilo de la Maidan ucraniana orquestada por la embajada de EE.UU. La agencia de seguridad interna checa, BIS, no ha conseguido demostrar que Moscú sea el responsable.
En cuestión de embajadas, la desproporción de personal entre la estadounidense y la rusa es notable. Rusia cuenta con entre 130 y 150 diplomáticos (léase, un gran número de supuestos espías, como en la legación de cualquier país). Es el doble que el número de diplomáticos norteamericanos.
El anuncio de esta nueva unidad contra las noticias falsas ha recibido, por otra parte, críticas de censura encubierta, algo que ha negado el Gobierno formado por socialdemócratas, democristianos y un partido populista que parte como favorito para las elecciones de octubre.
Las críticas tienen base. El Ejecutivo no ha dicho que vaya a desenmascarar los sitios que difunden información espuria sino que publicará su propia información para contrarrestar el efecto que pueda tener la primera en los ciudadanos. Una versión subrepticia a la checa de la web que Manuela Carmena tuvo que cerrar en Madrid.
Hasta ahora, imposible demostrar que Putin esté detrás de datos radicales que atentan contra su democracia