“Si no se cumple el plan, la Penya no es viable”
Jordi Villacampa, presidente del Divina Seguros Joventut
Jordi Villacampa (Reus, 1963) fue jugador del Joventut durante 17 años, en los que conquistó una Copa de Europa y dos ligas, entre otros trofeos. Desde 1999 es presidente del club, cargo que dejará el mes de marzo.
La primera pregunta es obligada: ¿está el Joventut en una situación muy próxima a la liquidación? Estamos en una situación en la que hay que arreglar las cosas. Si esto no se produce, el club no tiene futuro y entraremos en una fase de liquidación. Pero estoy convencido de que nuestro baloncesto es rentable.
¿Por qué se ha llegado hasta una situación límite? Por varios motivos. Uno de ellos es que algunos temas, como los de los terrenos de Pomar en los que Mercadona hará un supermercado, se han retrasado mucho. Esto nos ha provocado un castigo notable en el camino, sobre todo por parte de Hacienda. Ha sido un año y medio muy duro. Pero dicho esto, creo que las cosas están encaminadas con el acuerdo global con una entidad financiera –Bankia–, con la que tenemos las hipotecas de los activos, un acuerdo verbal con Hacienda y hay un plan previsto para que la entidad mire al futuro sin mochila, sin deudas. Así es como quiero irme del club. Todo esto es así, pero si estos pasos no se producen el club irá a la liquidación.
¿Cuál es el acuerdo con Hacienda? Es verbal y cuando se formalice en un escrito nos permitirá pagar en un plazo de ocho años. Es lo que se denomina un acuerdo singular. Esto no se ha podido hacer antes porque no teníamos el dinero de la venta de Pomar.
¿Y con Bankia? También hay un acuerdo global, que se ha de formalizar al igual que un plan estratégico del que no se puede decir nada en este momento pero que ha de llegar a buen puerto para salvar el club.
Son muchos frentes abiertos para garantizar el futuro. No, pese a todo soy optimista. Es el momento ideal para hacerlo, para garantizar que el Joventut seguirá existiendo. No pedimos un rescate ni que nos compren. Tenemos mecanismos válidos para afrontar lo que vendrá.
En la junta de accionistas utilizó la misma expresión que Guardiola cuando renunció al banquillo del Barça. “M’he buidat”, dijo el entrenador de Santpedor. No quise usar la misma expresión con una finalidad. Pero es cierto que lo dije. Me retiré con 34 años después de ser jugador durante 17. Hubiera podido seguir jugando más, a un nivel más bajo. En Badalona o en otro equipo. Pero no es mi manera de ser. Me retiré cuando tuve claro que no podía dar el máximo y ahora me pasa lo mismo. La verdad es que estoy cansado. La situación desgasta mucho y mi vínculo sentimental con el club es muy especial y me está afectando negativamente. Si estuviera en otra empresa seguro que las cosas me afectarían menos. Si ganamos o perdemos, el plan de marketing... lo vería todo con otros ojos. Entre una etapa u otra llevo 40 años en el Joventut.
¿Qué ha pasado para que un club que en 1994 ganó la Copa de Europa esté ahora en una situación tan complicada? Hablar de mala gestión es muy fácil, pero las cosas son complicadas. Otros clubs catalanes, como el Granollers o el Girona, han desaparecido, el Manresa subsiste como pue- de, lo que tiene un gran mérito, y nosotros también lo hacemos. Pero aquí no sucede como en otras partes de España, donde los equipos reciben ayudas oficiales. Aquí no y esto hace mucho daño cuando no eres ni el Barcelona ni el Real Madrid. Esta temporada, además, se produce la tormenta perfecta porque no está claro que el canon que frena el acceso de los equipos de la LEB a la ACB se mantenga, con lo que podría haber descensos. Esto es una carga enorme para el Manresa y para nosotros.
Pase lo que pase tiene muy claro que se va. Sin duda. Personalmente creo que no es bueno estar más de dos mandatos en los cargos. Hay que cambiar
“Estamos en un momento de cara o cruz, sin retorno, y tenemos tiempo hasta el mes de marzo” “Mi vínculo sentimental con el club es muy especial y todo esto me está afectando negativamente”
de gente, pero aquí no ha sido posible –Marcel Riera optó a la presidencia dos años atrás, pero al final desistió–. Pero me quiero ir. Estoy cansado y acumulo mucho desgaste. El tiempo dirá después si lo he hecho bien o mal.
¿Qué pasará en el futuro? La Penya es una entidad viva, de orgullo, histórica, con una cantera que es referencia y seguro que seguirá hacia delante. Esto lo tengo muy claro. Pero personalmente me siento como si estuviera en la prórroga del partido. Hemos empatado y ahora de lo que se trata es de vencer. Hasta el mes de marzo tenemos que concretar muchas cosas para que esto quede solucionado. Se trata de un camino a cara o cruz. No hay más.