La apuesta comercial
‘Un monstruo viene a verme’, ‘Palmeras en la nieve’ y ‘Villaviciosa’ arrasan
Las cifras de asistencia y de recaudación a lo largo del 2016 no dejan lugar a dudas sobre las preferencias del público respecto al cine español: gustan el espectáculo con gran despliegue de medios, el humor, el suspense y las aventuras.
Las cifras de afluencia y recaudación en las salas del país a lo largo del 2016 no dejan lugar a dudas sobre las preferencias del público respecto al cine español. La gente agradece el buen espectáculo con despliegue de medios que ofrecen las superproducciones locales de calidad; los espectadores quieren reírse y también pagan la entrada a gusto cuando le ofrecen una buena dosis de suspense o aventuras. Las producciones domésticas de animación son igualmente bienvenidas.
Ante todo, y frente a lo que ocurría hasta hace unos años y todavía puede pensarse, el público español no sólo sigue yendo al cine, además quiere ver películas españolas. Así lo acredita el triunfo arrollador de la fantástica historia con estrellas de Hollywood que es el filme de Juan Antonio Bayona Un monstruo viene
a verme, el cual sólo entre su estreno el 7 de octubre y el 31 de diciembre pasados recaudó más de 26 millones de euros –sobre un presupuesto de 25 millones– y lo vieron 4,5 millones de personas. Un éxito que a su vez consolida una bendita tendencia, y es que en cinco de los últimos seis años una película española ha sido la más taquillera de todas en el conjunto del Estado.
Detrás del monstruo de Bayona se situaron en el 2016 las Palmeras
en la nieve, de Fernando González Molina, un drama romántico de aventuras con un presupuesto de 10 millones de euros, es decir, otra superproducción y por tanto otra apuesta arriesgada, pero que sólo este último año recogió en taquilla más de 12 millones de euros abonados por 1,9 millones de espectadores. Hay que precisar que Palmeras... se estrenó a finales del 2015, cuando en un solo fin de semana recaudó tres millones, y que –al igual que Un monstruo... y otras– aún espera hacer mucha más caja con las ventas en el exterior y el posible rebote de los Goya.
El ranking de las seis producciones propias que el año pasado superaron el millón de espectadores se completa con tres comedias –Villaviciosa de al lado, Cuerpo de élite y Kiki, el amor se hace en los puestos tercero, quinto y sexto respectivamente– y una de intriga: Cien años de perdón. Les siguieron Ocho apellidos catalanes, el thriller político
El hombre de las mil caras, la peli familiar y de aventuras Zipi y Zape y la
isla del capitán ,y Julieta, el último drama de Pedro Almodóvar. Estas películas ingresaron en taquilla, del 1 de enero al 31 de diciembre, entre 8 y 2 millones de euros. En números globales, el cine español vivió un año más que decente al sumar 109 millones de euros en ventas en las salas del país (sobre un total de 601 millones de todo el cine) y alcanzar una cuota del 18,1% de un mercado que por primera vez desde 2009 superó los cien millones de entradas expedidas.
El gusto por las grandes producciones, el humor y la intriga queda patente no sólo en los datos de 2016, sino también en la lista de filmes domésticos más taquilleros de la historia, que encabezan Ocho apellidos vascos, Lo imposible, Ocho apellidos catalanes, Los otros y El orfanato. Distinta es la suerte de las propuestas dramáticas de bajo presupuesto; las que no vienen aderezadas de intriga o aventura y las que no reciben la necesaria publicidad. También es frecuente el descalabro de documentales que intentan venderse en la calle, sin faltar una cierta
En la otra cara de la moneda, 21 películas de producción propia no superan el centenar de espectadores
proporción de películas rematadamente malas o aburridas.
Lo cierto es que la lista de fracasos es abultada. Veintiuna creaciones cinematográficas con sello español estrenadas en 2016 fueron vistas en sala por menos de cien personas, según informes del Ministerio de Cultura sobre datos recogidos hasta mediados de diciembre: un drama, teniendo en cuenta que se trata del 13% de las películas propias proyectadas hasta entonces.
Los datos del furgón de cola son especialmente dolorosos en determinados casos. Como el del documental Manolo Tena, un extraño en
el paraíso, que sólo cuatro espectadores fueron a ver desde su estreno el 5 de octubre. Entre los largometrajes, destaca el pinchazo de Falling, que pese a contar con Emma Suárez tampoco llegó a 100 espectadores aunque tenga el atenuante de que salió el 16 de diciembre.
En el fortísimo contraste entre superéxitos y proyectos españoles fallidos pesan, según los expertos, la gran cantidad de producciones, su variable distribución, el cambio de hábitos ocasionado por las nuevas plataformas televisivas de cine y series, y, en lo relativo a las teles que producen filmes, la concentración de sus campañas promocionales en un número limitado de apuestas. Las buenas cifras de ‘Cien años de perdón’ y ‘El hombre de las mil caras’ acreditan el tirón de los filmes de intriga