La subida del precio de la gasolina causa una ola de disturbios en México
La protesta social por el alza del precio de la gasolina en México, decretada el primer día de enero, está mutando en una ola de disturbios que en las últimas horas ha dejado cientos de detenidos, decenas de comercios saqueados, bloqueos en carreteras y cierre de estaciones de servicio, cuando no asaltos a los surtidores. Los incidentes, no se sabe si espontáneos o inducidos, se registraron en al menos seis estados del país, además de la capital. Ante la furia del descontento, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, compareció en televisión para calmar los ánimos, aunque su intervención no tuvo mayor efecto.
“No es fácil tomar esta medida y apelo a su comprensión. El ajuste en los precios refleja el aumento en los precios internacionales de la gasolina. Es una medida responsable en un tema prioritario para mi gobierno: preservar la estabilidad económica del país”, dijo Peña Nieto. Luego argumentó: “De no hacerlo, el costo sería mayor”.
El intento de apaciguamiento no funcionó y los mexicanos siguieron protestando a lo largo y ancho del país, no sólo por el alza en el precio de la gasolina (de hasta un 20% según la región), sino por la difícil situación económica que deberán afrontar este año, precedido de aumentos en el costo de la electricidad, una constante depreciación del peso frente al dólar, un crecimiento marginal del PIB y una inflación creciente (podría superar el 5% a mediados del 2017, según algunas estimaciones).
La asociación nacional de tiendas de autoservicio (supermercados y grandes superficies) informó de 250 establecimientos saqueados y solicitó al Gobierno federal que intervenga, si es necesario con el ejército, para impedir nuevos actos de vandalismo. Sólo en el estado de México, que rodea a la capital, fueron detenidas más de 400 personas mientras rapiñaban establecimientos comerciales. El estado, gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI, el partido de Peña Nieto), ha sido el más afectado por la ola de protestas. Su gobernador, Eruviel Ávila, ha sido acusado por organizaciones ciudadanas en las redes sociales de haber infiltrado con provocadores la protesta social contra el gasolinazo para desprestigiar a los movimientos vecinales que se oponen al aumento de precios y fomentar un estado de psicosis entre la población. Por su lado, la cúpula empresarial cuestionó con inusual dureza las palabras del presidente. “El Gobierno mexicano ha pedido a la sociedad ser más comprensiva, pero ¿en qué momento el Gobierno será comprensivo con la situación que están atravesando los mexicanos?”, se preguntó Gustavo de Hoyos, líder de la confederación patronal (Coparmex).